Ciudad de México (19 de julio de 2016).- El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) informó que hizo cambios en las variables que forman parte de la metodología de medición de la pobreza en México, lo que provocó, por lo menos en las estadísticas, un aumento del 33.6 por ciento en los ingresos del sector más vulnerable del país.
Dicho porcentaje representa aproximadamente mil pesos, aumento importante considerando que durante el periodo 2008-2014 el ingreso mensual de los mexicanos más pobres nunca ha excedido los 2 mil pesos.
El cambio en la metodología que empleó el INEGI consiste en que cada que el Instituto aplique una encuesta de ingresos a un hogar con “ingresos sospechosamente bajos”, se aplique una nueva encuesta para ver si los resultados del segundo cuestionario coinciden con el primero, y así “evitar” la “subestimación de los ingresos”. O que no mientan, en otras palabras.
Este cambio sólo es aplicable al sector más pobre de la población, el ingreso del resto de los hogares seguirá midiéndose de la misma manera. Con esta acción, el INEGI asume que en los demás niveles socioeconómicos no se subestiman los ingresos (no se miente), aunque la CEPAL diga que entre los más ricos se da mayor subestimación de ingresos.
“Por un lado no existe una definición técnica que explique qué son ingresos sospechosamente bajos y tampoco un documento técnico que indique que se debe dudar sólo de los ingresos bajos por sobre todos los demás, el INEGI sólo hace cambios en el 10% más pobre, ¿por qué no hizo modificaciones para evitar el subregistro en el 10% más rico o en todos los demás?”, dijo a Animal Político, Alberto Serdán, analista de políticas públicas de desarrollo social.
Con estos cambios, convenientemente se reduce la brecha en la desigualdad entre los diversos niveles sociales; los más pobres ganan 33.6 por ciento más contra el 10 por ciento de aumento de los más ricos; y se borra todo registro de pobreza que haya existido desde hace 25 años, pues ante una nueva metodología los resultados no pueden ser comparables.
Además, con la nueva metodología se desconocerá lo que ocurrirá en materia de pobreza en el país durante este sexenio, en cuyos dos primeros años hubo un incremento de dos millones de personas en esa condición.
Para que hubiera un incremento de los ingresos de ese tamaño, “tendría que haber mejoría clara en el mercado laboral, que significara un aumento real del ingreso en las personas, redistribución del gasto social, disminución de brechas estructurales, mejoras en políticas de desarrollo social y en materia fiscal. Nada de esto ha sucedido”, dijo Paola Contreras, del Observatorio de Política Social y Derechos Humanos, al diario La Jornada.
Según los registros del INEGI, en 2014 el ingreso mensual de los hogares más pobres fue de 1,966 pesos, con un aumento promedio de ingresos anual de 2 por ciento desde 2008.
Pero con la nueva medición, el aumento en los ingresos es de 33,6 por ciento, y un ingreso mensual de 2,723 pesos.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) tiene un contrato con el INEGI para utilizar esta información en la medición de pobreza del país, de acuerdo con la Ley General de Desarrollo Social, pero ahora ya no le sirve.
“Cualquier modificación para captar adecuadamente las variables económicas y sociales debe ser realizada con transparencia y planeación, permitiendo generar certidumbre a los usuarios (…) Los cambios realizados por el INEGI fueron una decisión exclusiva del INEGI en 2015 y al margen del convenio de colaboración que el Coneval tiene con el Instituto (…) no fueron debatidos técnicamente con el Coneval ni anunciados de manera oportuna…”, publicó Coneval en un comunicado.
Fuente: NW Noticias.
