Al mencionar la palabra ‘King Kong’ viene al instante un gran simio de proporciones titánicas escalando por el Empire State Building. Bueno, déjanos comentarte que un animal similar existió en realidad, pero está muy alejado de la ficción de la taquillera película.
En este caso, estamos hablando del Gigantopithecus, un tipo de primate que habitó en la Tierra desde el Pleistoceno Inferior al Superior. ¿Su altura? Unos 3 metros.
¡Sigue leyendo! Te invitamos a conocer más de este “pequeño King Kong que existió hace un millón de años.
Existencia y extinción.
Los científicos hablan de Gigantopithecus como el “mono” más grande de nuestro planeta. Cabe decir que no se dispone de ningún esqueleto completo, sólo de algún cráneo, mandíbula y molares. Fue descubierto por un paleontólogo alemán llamado Ralph von Koenigswald, en el año de 1935 en Hong Kong.
Como dato curioso exponemos que, de no ser por algunas prácticas retrógradas por parte de la medicina y cultura china, al día de hoy se podría disponer de más de un esqueleto completo de esta fascinante especie; pero durante muchos años cada fósil que se encontró de este primate (al igual que los de dinosaurios), se utilizó para hacer polvo de huesos y conseguir “remedios mágicos”. Los llamaban huesos de dragones por su gran tamaño.
Abundantes estudios se han hecho, dando a conocer más datos sobre el estilo de vida de los Gigantopithecus, y que detallan cómo pudo haber sido su dieta y estilo de vida. No obstante, aquí hacemos un pequeño esbozo de este animal:
*Medía entre 2.5 y 3 metros.
*Podía llegar a pesar unos 500 kg.
*Todos sus restos se han encontrado en Asia.
*Se sabe que era cuadrúpedo y que tenía una dieta muy especial y selecta: bambú y algunas frutas de estación. En cuanto a su alimentación, recuerda mucho a los pandas, pero por constitución, los biólogos indican que era muy similar al orangután.
¿Y por qué se extinguió? Bueno, pues algo que ofrece una pista es su enorme tamaño, con una dieta selecta y un escenario que, en el Pleistoceno, cambió poco a poco, pero de forma imparable hasta formarse extensísimas sabanas.
El Gigatopithecus no sabía escalar por los árboles, y su dieta a base de bambú hizo que día a día, tuviera que adaptarse a tener “que comer menos”. Su metabolismo era lento, pero sus necesidades alimenticias muy grandes, por lo que, a medida que se perdían los campos de bambú, este primate se fue extinguiendo.
De acuerdo con explicaciones de científicos de la Universidad de Tübingen, en Alemania, este primate que habitaba en las zonas boscosas del sur de China y en el Sudeste Asiático, no pudo habituarse a esos nuevos escenarios más áridos.
Mientras otros simios en África no tuvieron problema para cambiar su dieta hacia los pastos, raíces u otros elementos que el propio entorno les ofreciera, este increíble animal no pudo lograrlo.
Finalmente, muchos criptozoólogos consideran que el Gigatopithecus sigue habitando en algunos bosques. Aunque no es de este modo como se le conoce a día de hoy… Para muchos es “Pie Grande”.
