Por: Luis Moreno
Cada día estoy más convencido de que la degradación que vive la zona conocida como el Barrio de Tequis, en la capital de San Luis Potosí, no es una situación orgánica, sino un plan urdido por un grupo de intereses financieros, al cual desde hace poco opté por llamar la Mafia Inmobiliaria, y que buscaría devaluar la zona para adquirir propiedades a costos muy bajos, posteriormente reconstruir y vender a precios exorbitantes.
El sitio está tomado por la delincuencia: el abandono, las casas invadidas, los asaltos, balaceras, acoso, suicidios y hasta asesinatos como el de Sua Jocsan Marín, el joven que fue atacado al salir de un bar sobre avenida Venustiano Carranza, son la normalidad para los vecinos y vecinas.
Lo que ocurre en Tequis me recuerda a la situación que desde hace años enfrenta la alcaldía Benito Juárez de la Ciudad de México, en donde los gobiernos de la derecha panista como el de Santiago Taboada (investigado), Christian Von Roehrich (encarcelado) y Jorge Romero (investigado), permitieron el surgimiento del llamado Cártel Inmobiliario, que es una red de corrupción y complicidades entre empresarios y funcionarios públicos para la compra, venta y creación de viviendas fuera de reglamentación; donde una de sus principales herramientas para hacerse de terrenos a bajo costo es la intimidación mediante el uso de la fuerza contra los y las propietarias.
Tequis fue uno de los lugares más codiciados para vivir en San Luis Potosí, gracias a la belleza de sus calles, su arquitectura, su historia y su posición geográfica, lo que lo vuelve un botín perfecto para las ambiciones inmobiliarios; no obstante, los costos han comenzado a abaratarse, solo hace falta ver la comparativa de las rentas entre 2023 y 2022 para constatar que estas han caído, pero al mismo tiempo el gasto público en la zona no ha parado.
Hace poco tuve la oportunidad de hablar con una persona cercana a la familia propietaria del llamado Nido del Crimen, una vivienda ubicada en el número 905 de Carranza, que hoy está invadida por personas en situación de calle y es usada como refugio de delincuentes. La propiedad ha sido señalada por los y las habitantes del barrio como el detonante de la violencia en el lugar. Los gobiernos de Enrique Galindo y Ricardo Gallardo han dicho en varias ocasiones que no pueden hacer nada para evitar la situación, debido a que no han logrado localizar a los propietarios, no obstante, mi informante comentó que el problema es que, desde la administración de Juan Manuel Carreras, el Gobierno Estatal ha incumplido con el pago de la renta de esa casa, que fue sede de la Secretaría de Ecología, por lo que no han aceptado que les sea devuelta. Me explicó que las pérdidas en este momento por los daños a la propiedad (cuya construcción es ya prácticamente inútil) son millonarias y negó que Enrique Galindo o Ricardo Gallardo hayan tratado de contactarlos para resolver el conflicto.
Por el momento es complicado señalar quién podría estar involucrado en esta Mafia Inmobiliaria, no obstante, mi fuente confirmó que la familia teme que alguien intente apoderarse de su patrimonio; a ello debo sumar una versión que escuché de un funcionario gubernamental, quien me aseguró que entre los colaboradores tanto de Galindo como de Gallardo se han escuchado ideas de capitalizar la situación. Me niego a creer que el gobernador y el alcalde respalden algo tan sucio como esta mafia, pero su apatía para darle garantías de seguridad a la población afectada, al menos da en qué pensar.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es un periodista potosino que ha colaborado con medios como La Orquesta.mx y Sol de San Luis. También ha trabajado en comunicación política en campañas nacionales para partidos como Morena, PRI, PRD y candidaturas independientes.