Marcela Del Muro
“El día que sepultamos a mi hija, yo le prometí que no iba a descansar hasta que se hiciera justicia y lo logramos”, dice Dora García. El pasado 31 de enero, José Bernardo Rodríguez fue sentenciado a 42 años y 11 meses de prisión por el feminicidio de Alejandra Reséndiz García.
Para la familia de Ale, la audiencia fue abrumadora: sus emociones oscilaban entre la preocupación y la esperanza.
“Yo estaba ahí, pero al mismo tiempo no estaba. Yo me puse mal, fueron muchos sentimientos encontrados”, recuerda Dora y comenta que después de escuchar la sentencia, su mente se desconectó. “Créeme que de la reparación del daño yo no supe mucho, la abogada quedó de hablarme para explicarme bien”.
En los juzgados, el abogado del culpable comentó que su cliente merecía una pena mínima. Esto molestó a Dora, quien exigió la pena máxima contra el feminicida de su hija, que en San Luis Potosí es de 50 años, y expresó que Bernardo “es un peligro para la sociedad, así como se lo hizo a mi hija se lo puede hacer a alguien más”.
El desgastante proceso de investigación y juicio
Durante la audiencia, “la jueza nos dijo que sí se pudo comprobar que había sido feminicidio y también que hubo acoso”, indica Dora.
Bernardo estaba obsesionado con Ale García, pero ella no estaba interesada. El 17 de enero de 2021, el hombre atropelló a la joven de 20 años, que circulaba por las calles de Rioverde en una motocicleta con una amiga, y la secuestró. El cuerpo de Ale fue encontrado en la vía pública, en la madrugada del día siguiente, mostraba varias heridas hechas con un arma blanca.
Algo que lastimó mucho a la madre de Ale fue que el feminicida declaró que no era su intención matarla, solo quería darle una lección por su rechazo. El mismo 18 de enero de 2021, Bernardo fue detenido.
“Fueron dos años muy desgastantes, parecía que cuidaban más los derechos del imputado que el de mi hija y el de nosotros”, señala Dora, quien luchó por demostrarle a la autoridad que Bernardo es culpable y exigió que se le dictara una sentencia digna.
En diciembre de 2021, Dora se enteró que su ex asesor jurídico, el abogado Martín Salas Mexicano, había aceptado la solicitud de la defensa de llevar un juicio abreviado, las negociaciones acordaron una sentencia de 21 años para el asesino. Para Dora, esa sentencia era insuficiente para reparar el daño causado por la muerte de su hija mayor.
Semanas después, Dora comprobó que Salas Mexicano también estaba trabajando con la defensa de Bernardo.
En mayo de 2022, durante una reunión con el fiscal general del Estado, José Luis Ruiz Contreras, Dora supo que durante la fase de investigación hubo una nula actuación de su abogado y la carpeta de investigación estaba mal integrada. Sin embargo, el fiscal dejó la decisión en manos de Dora, quien se negó al juicio abreviado.
“Decían que 20 y 20 años, pero yo decía no. Yo sé que me arriesgué a que lo fueran a absolver, pero yo tenía confianza porque sabía que él es culpable, pero desgraciadamente a la autoridad se le tenía que demostrar todo”, señala la madre de Ale.
El acompañamiento entre familias con hijas víctimas de feminicidio
Durante la mañana del 31 de enero, las familias con hijas víctimas de feminicidio que integran la colectiva Por ellas, por nosotras y por todas desearon fuerza y buenos deseos a Dora para afrontar la última audiencia y se mantuvieron atentas a las noticias.
Pasadas las cinco de la tarde, cuando los medios en Rioverde y la Fiscalía General del Estado informaron sobre la sentencia, comenzaron las felicitaciones, porque gracias a la constancia y lucha de Dora se logró una de las sentencias más altas que se han dictado en el estado.
“Seguramente la Fiscalía se adjudicará la sentencia obtenida, pero no, ha sido producto de la lucha incansable de su mami, Dora García, que aún con todo su dolor por la pérdida de su hija y a costa de su salud, siempre estuvo al pie del cañón, gritando las omisiones de las que fueron víctimas y buscando justicia para Ale. Nada es suficiente para mitigar el dolor de su familia. Pero ahí está la lucha de su madre”, comentó la señora Susana Cruz, mamá de Lupita Viramontes, al enterarse de la sentencia.
Dora comenta que esta sentencia es un logro de las familias que integran la colectiva Por ellas, por nosotras y por todas, que la han acompañado en todo momento: estuvieron con ella en las marchas exigiendo justicia por Ale y la acompañaron durante todo el proceso.
La madre de Ale señala que seguirá luchando junto a las madres de la colectiva para exigir que las hijas de las siete familias que integran la colectiva también tengan justicia y se replique la pena ejemplar que obtuvo el feminicida de su hija.
“Yo sé que esta sentencia no me va a regresar la vida de mi hija, pero al menos no quedó impune. Me siento tranquila y me siento orgullosa porque lo logramos. Y lo logramos por todas y cada una de la familia de la colectiva que estuvieron conmigo en todo momento, apoyándome”, agradece Dora.