El manual para dividir y someter comunidades: caso Corcovada y MSX

Estela Ambriz Delgado

Para la consolidación de los proyectos extractivistas, las empresas aplican una serie de estrategias para dominar los territorios, despojar a los núcleos agrarios de sus bienes comunes y de esa manera acceder al recurso que quieren explotar, algunas de las cuales ya se pueden identificar en el ejido Corcovada y que también se dieron en el caso de Cerro de San Pedro, afirmó el activista Enrique Rivera Sierra, quien explicó que se trata prácticamente de un manual para dividir comunidades y grupos, con apoyo de autoridades corruptas.

En relación al acoso y hostigamiento del que son objeto personas opositoras al proyecto extractivista de CEMAT Construction, asociada al conglomerado de Grupo Salinas, en el ejido Corcovada del municipio Villa Hidalgo, y la división que han causado inclusive entre familias, el integrante del Frente Amplio Opositor a Minera San Xavier identificó diversos paralelismos con lo sucedido en la lucha por la defensa de Cerro de San Pedro.

En aquel momento los integrantes del FAO fueron objeto de múltiples agresiones, inclusive físicas, por parte de empleados de MSX. Una de estas sucedió en abril de 2006 cuando Enrique Rivera, junto con Lorena Gil, fueron golpeados mientras repartían propaganda en la cabecera municipal; pese a haber presentado una denuncia por agresiones y tentativa de homicidio, las autoridades no actuaron al respecto.

Por el contrario, en mayo de 2007 fue acusado de fraguar una manifestación de jóvenes opositores a MSX y la realización de pintas alusivas, lo que derivó en detenciones inclusive de un menor de edad. Desde instancias del gobierno se buscó incriminarlo para ser encarcelado, por lo que tuvo que exiliarse en Canadá y pedir el estatus de perseguido político.

El activista recuerda que durante los cinco años que permaneció en ese país estuvo en contacto con muchas personas que habían enfrentado una situación similar por oponerse a mega proyectos, y pudo darse cuenta de que las empresas a nivel mundial tienen prácticamente un manual para irrumpir en las comunidades.

Afirmó que las empresas han estudiado cómo llegar a las comunidades, infiltrarse en estas para dividirlas, con el apoyo de autoridades corruptas, y a los grupos opositores que no se venden ni se dejan amedrentar los reprimen.

“Hacen una investigación de quiénes son los líderes naturales de las regiones y empiezan a comprarles camionetas, a pintarle las fachadas de sus casas, a ir a las comunidades más necesitadas a regalar despensas, con el logotipo de la empresa en la puerta, incluso cortar el pelo, mandar dentistas, sembrar arbolitos, en fin, el cielo es el límite de todas las ideas que se les ocurren y todo el dineral que aplican (…) y mucha gente sí cae; sí cae en estos juegos y sobretodo cuando hay autoridades corruptas, como sucedió en Cerro de San Pedro, hacen ahí el juego juntos, alcaldes, y gobernadores”.

El peligro de una escalada de violencia y la amenaza que aún se cierne sobre CSP

Rivera Sierra consideró que las consecuencias de esas estrategias son graves porque, como ya está sucediendo en Corcovada, el poblado se divide e inclusive hay familias que quedan separadas, lo que genera un ambiente de hostilidad que puede derivar en actos de violencia, como en Cerro de San Pedro, donde fue asesinado el entonces presidente municipal Baltazar Loredo, y hubo múltiples agresiones a los opositores por el solo hecho de manifestarse e informar a la población.

“Se dieron hechos de violencia gravísimos en donde la empresa, muerta de risa desde sus oficinas, veía como se agarraban a golpes o reprimían los mismos habitantes de la población ya fuera a favor de un grupo a favor de otro (…). Yo fui incluso también víctima de represión, precisamente por lo que llamaba guardias blancas de la empresa, pero eran que habitantes de San Pedro que no veían con buenos ojos que un ciudadano estuviera en contra de la empresa que a ellos ya les había dado pues camionetita, un terrenito, terrenos que por cierto las empresas se hacen de ellos de manera ilegal”.

En este sentido, el activista mencionó que los representantes de las empresas presionan a los habitantes que ya compraron con sus dádivas para que los defiendan en las asambleas y cualquier tipo de situación frente a quienes se oponen; les prometen mayores beneficios a cambio de conseguir más simpatizantes, pues destinan una gran cantidad de dinero para lograr la división, que es de lo que depende que consoliden su proyecto.

Afirmó también que hasta la fecha en Cerro de San Pedro, la empresa New Gold tiene profesionistas que trabajan en ese tipo de temas para tener a la población a favor del proyecto, porque aunque se supone que ya acabaron de explotar y se van, ante la fluctuación del oro y el posible incremento de su valor, no se puede descartar que MSX anuncie más adelante que continuarán con su sistema de tajo cielo abierto para extraer el oro que se encuentra debajo del pueblo.

Al respecto recordó que desde un inicio MSX planteaba “cambiar de lugar” la cabecera municipal, es decir, cambiar el templo de San Pedro y el de San Nicolás, así como la traza urbana a un lugar más lejano, para extraer oro y plata debajo de donde se encuentran.

“Hay oro y hay plata que también se quieren llevar, pero ellos están esperando mejores tiempos, que a la gente se le olvide lo que sucedió y e ir por lo que hay ahí abajo. Mientras esté la cuarta transformación en el poder, yo quiero pensar que eso no va a pasar, pero estas empresas no tienen prisa, se pueden esperar el tiempo que sea necesario para dar el zarpazo, y en Corcovada seguramente para allá van, máxime en con un empresario con los antecedentes de Ricardo Salinas Pliego”.

Enrique Rivera afirmó a que quienes ya vivieron esta situación con MSX están obligados a informar a núcleos agrarios que van a ser afectados en Villa Hidalgo, sea un proyecto minero o cementero.

Añadió que es necesario advertirles de las graves consecuencias ambientales, pues en San Pedro destruyeron el cerro histórico que aparece en el escudo de armas del estado, dejando un hoyo, tierra y agua contaminados, enfermedades como cáncer, así como una terrible aceleración del agotamiento del acuífero, ya de por si en estado crítico, sin ningún beneficio económico sustancial para la región.

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