Carlos Rubio
Todo en la vida es cuestión de perspectivas. Si el vaso está medio vacío o medio lleno, si hay fallas o áreas de oportunidad, si este es el peor PRI de la historia o si es el mejor, todo depende quién lo mire.
Por ejemplo, para Enrique Galindo Ceballos, el alcalde de la capital potosina, este es “el peor PRI que he vivido en mi vida”.
Pero sus opositores, el hoy oficialismo, quizá estén viendo al mejor PRI de la historia, a un partido que está a dos pasos de ser el satélite del Verde Ecologista en San Luis Potosí, a un partido que pasó de ser la primera fuerza política, a estar por debajo hasta del Partido del Trabajo; al que se sostiene de apenas dos diputadas plurinominales en el Congreso del Estado.
El PRI que hoy tan sólo gobierna en siete municipios, siendo uno de ellos el más importante de todo el estado, pero cuyo merito se lo debe al Partido Acción Nacional y donde pende de un hilo de militancia del alcalde.
El PRI disminuido, acabado y casi desaparecido, ¿es el mejor o el peor?
Las épocas de prosperidad para el PRI no precisamente fueron de bonanza para los potosinos. Si nos remontamos apenas al anterior sexenio, el de Juan Manuel Carreras López, uno de los más grises que ha habido, no hay más que escándalos y despilfarros que de lo oscurito, poco a poco van yéndose a la luz.
Uno de los mayores escándalos de la administración carrerista quizá fue el de la RedMetro; un proyecto que pudo haber apoyado a la movilidad de millones de personas, pero que en la realidad no fue más que una simulación para provocar un desfalco de más de 300 millones de pesos.
Todavía el exgobernador y sus secuaces tuvieron el descaro de inaugurar las obras y el sistema de metro bus; las fotografías están de risa.
Esas eran las glorias del PRI.
No olvidar tampoco los desfalcos en el Hospital Central y en los Servicios de Salud, por lo cual hasta la extitular fue a dar a la cárcel, tuvo que aceptar su culpabilidad y pagar una reparación de daño.
Cuando se habla de la herencia maldita, indudablemente se habla del PRI y el sello de corrupción (eso no quiere decir que la herencia de hoy sea bendita).
Si ese era el buen PRI, el que quieren traer de vuelta los priistas, tendremos que decir que gracias, pero no gracias.
No es que el panorama hoy sea esperanzador, pero nadie, más que un priista, quiere ver resurgir al dinosaurio.
Estamos a una elección de que el PRI se convierta en una especie de Conciencia Popular y sólo le sirva de juguete al gobernador, o entonces a qué habrá venido Alito Moreno a San Luis Potosí, no creo que sólo a respaldar a sus pequeños alcaldes, esa fotografía con Ricardo Gallardo Cardona, pudo haber sido aire limpio para la dirigencia estatal, que de lo contrario ya se ve en los próximos comicios navegando solo y sin candidato.
Si no hacen algo pronto, ni Acción Nacional los va a salvar de perder el registro.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública. Formó parte de la tercera generación del MásterLab en edición de investigaciones organizado por Quinto Elemento Lab.