El miedo ante la delincuencia abruma a la sociedad: 86.6 por ciento de los capitalinos sienten inseguridad

Antonio González Vázquez

En junio pasado, la percepción de inseguridad en la capital potosina alcanzó los 86.6 puntos sobre la base mayor de 100, reporta en su segundo informe trimestral la Encuesta Nacional de Seguridad Pública del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

La sensación de inseguridad que tienen los habitantes de la capital descendió tres puntos en junio con respecto de marzo pasado.

Sin embargo, si se compara junio de 2017 con junio de este año, entonces el crecimiento de la percepción de inseguridad es notable puesto que pasó de 78.1 a 86.6, es decir, ocho puntos más en doce meses.

La administración saliente de Ricardo Gallardo Juárez ha visto incrementar el sentimiento de inseguridad de los ciudadanos, de modo tal que la ciudad se coloca entre las ocho capitales en el país donde sus habitantes se sienten más inseguros. Se siente más la inseguridad en cajeros automáticos, transporte público y en las calle

En contraparte, la encuesta reporta que  la percepción de la población sobre la efectividad del gobierno de la ciudad de San Luis Potosí para resolver las principales problemáticas en el segundo trimestre del año fue de apenas 25.2 por ciento.

Es decir, que de cada diez habitantes de la ciudad, solamente 2.5 creen que el gobierno capitalino es eficiente en la solución de los problemas de la gente.

Del mismo modo, en el caso de los hogares víctima o con algún integrante víctima de robo y/o de extorsión, en la capital el porcentaje fue de 36.1.

Para el segundo trimestre del año, se identificaron como los principales problemas en las 50 ciudades objeto de la muestra, los baches en calles y avenidas, la delincuencia, el alumbrado público insuficiente, fallas y fugas en el suministro de agua potable, calles y avenidas con embotellamiento frecuente, coladeras tapadas por acumulación de desechos, servicio de transporte público deficiente, parques y jardines descuidados, deficiencias en la red pública de drenaje, ineficiencia en el servicio de limpia y recolección de basura, falta de tratamiento de aguas residuales, mercados y centrales de abasto en mal estado y problemas de salud derivados del manejo inadecuado de rastros.

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