Por Victoriano Martínez
“También hay cosas buenas en la banda”, fue la convicción que llevó a Pedro César Carrizales Becerra, El Mijis, a convertirse en un activista por los derechos de los chavos banda, lograr una diputación local en la LXII Legislatura, y encontrar una muerte trágica mientras viajaba hacia la frontera norte, a donde en diversas ocasiones fue a manifestar su solidaridad con los migrantes.
Se le reportó desaparecido desde el pasado 31 de enero y este 2 de marzo se confirmó su fallecimiento en un accidente automovilístico registrado el 3 de febrero en el kilómetro 27 de la carretera Piedras Negras – Nuevo Laredo, en los límites de los estados de Nuevo León y Tamaulipas.
Por su origen y el ambiente de exclusión y discriminación que enfrentó antes de dar un giro a su vida tras la muerte de su madre y un atentado contra su hijo adolescente, la del Mijis fue una trayectoria llena de controversia, de aparentes contradicciones y rechazo por su apariencia, pero no los dejó ser un obstáculo para dar continuidad a sus proyectos iniciados a principios del siglo.
La victoria electoral del 1 de julio de 2018 como diputado local lo proyectó a nivel internacional, lo que le ayudó a visibilizar la estigmatización contra los chavos banda y hasta potenciar algunas de las acciones que en su activismo previo había iniciado.
Pudo no haber llenado la expectativa como diputado local, aunque promovió iniciativas como prohibir las peleas de gallos y las corridas de toros, otorgar seguro social e Infonavit a los presos, tipificar el ecocidio como delito grave y hasta cambiar el escudo de armas del Estado y apoyar otras como el matrimonio igualitario y la despenalización del aborto.
Pudo haber sido el diputado más faltista, pero no sólo no dejó caer actividades como las del Movimiento Juvenil Popular, sino que reforzó acciones como “pinta tu cantón” y la promoción de pactos de civilidad por parte de grupos pandilleriles en diversas colonias.
Su activismo lo llevó a aprovechar los reflectores nacionales e internacionales que le dio el llegar a la diputación para promover sus convicciones más allá de las fronteras estatales. Incursionó en redes sociales para visibilizar a la banda y creó iniciativas como “Un grito de existencia” y el canal “Mijis TV”, que presentó con Ileana Filio el 15 de agosto de 2019.
Tras su desaparición y fallecimiento, el Mijis deja inconclusos proyectos como una renovada y amplia Casa del Chavo Banda, con gran variedad de servicios para apoyar a quienes no le gustaba que los llamaran más necesitados, sino que los consideraba excluidos por quienes se tendría que trabajar para su incorporación a la sociedad.
Si bien algunos atentados que padeció y denunció tuvieron características que los hacían ver con cierta inverosimilitud, al grado de que se haya dudado si fue levantado en una ocasión o, incluso, de su desaparición que hoy tiene una conclusión trágica, resulta necesario reflexionar hasta donde esa desconfianza formó parte del estigma de cholo o chavo banda.
Lo primero que exhibió la reacción de expectación de su llegada al Congreso del Estado fue el hecho de que en sí misma esa atención desmedida representaba una actitud clasista y discriminatoria que iba desde el cómo es posible que un cholo sea diputado hasta colocarlo como un ejemplo de superación desde la adversidad.
Extremos que explican lo controversial de su figura, pero además de las razones por las que se convirtió en un personaje que, en sus 42 años de vida, dejó una huella que habrá de tener mucho más influencia entre la población que la de muchos otros políticos que lo ignoraron y hasta lo descalificaron.
Una huella dejada por el Mijis que su banda ha descrito a su manera en una canción publicada en Mijis TV este 1 de marzo, con un video en el que se incluyen datos sobre los logros de más de 15 años de activismo: “…por los derechos del chavo banda luchó…”
