Carlos Rubio
El crecimiento que en los últimos años ha tenido Villa de Pozos sin duda hace necesario que tenga una estructura enfocada en potenciar en mayor medida su desarrollo, así como la calidad de vida de sus habitantes, para que deje de ser tratado como un complemento de la capital y pueda gozar de su propia identidad. ¿El camino para lograr esto era la municipalización? Posiblemente no. Una nueva estructura burocrática no es precisamente un sinónimo de progreso; 58 ayuntamientos nunca colocaron al estado en un nivel de vida óptimo, por lo que, difícilmente uno más podrá hacer gran diferencia.
Pero el proceso ya está casi concluido, salvo la entrada en funciones del nuevo Concejo Municipal programada para el 1 de octubre. Esto quiere decir que, desde ese día, Villa de Pozos tendrá un nuevo y gran problema que difícilmente se sacudirá en poco tiempo: la aplastante corriente gallardista verde ecologista, que ha logrado incrustarse hasta en los lugares más recónditos del estado potosino.
Desde su curriculum, el perfil de la concejal presidenta, María Teresa de Jesús Rivera Acevedo, ya nos remonta a aquellas épocas amarillas de la gallardía, cuando se pensaba que el panorama no podía ser más oscuro para los potosinos (plot twist: sí se pudo).
La planchada elección de los concejales exhibió lo ingenuos que fuimos al pensar que algún actor político podría plantarse de frente para intentar frenar la manchada y mal intencionada municipalización de Villa de Pozos; más allá de eso, los partidos, incluyendo al alcalde de la capital, ya estaban en negociaciones para garantizarse un espacio en el Concejo y no quedar fuera del botín en el que se ha convertido el nuevo municipio.
Y lo que vimos apenas es la punta del iceberg, todavía falta ver todos los cargos del aparato burocrático que obviamente ya negociaron y ya están por tener dueño. Que no extrañe ver en la nómina apellidos ya conocidos de la política potosina ¿O dónde se reciben los curriculums para trabajar en Villa de Pozos? Esa oficina no existe ni existirá. Mágicamente habrá nuevos trabajadores que llegaron ahí por el arte del nepotismo.
Pero volviendo con la gallardía. Basta con voltear a ver Soledad para vislumbrar el futuro de Villa de Pozos. El segundo municipio con mayor presupuesto del estado vive condiciones deplorables de infraestructura, seguridad y calidad de vida. Así han sido 15 años desde que aquella corriente política conquistó el municipio y nadie ha podido siquiera sacarles un susto de una posible derrota.
Antes de enfrascarse en este tedioso y costoso proceso, aquel grupo debió haber sabido que electoralmente tenía asegurada una victoria. Y, financieramente, al ser el cuarto municipio más grande del estado, tiene un tesoro del que difícilmente quitará las manos.
Cuánto tiempo tardará Villa de Pozos en asimilarse a Soledad de Graciano Sánchez, ahora que está bajo el mismo cuidado.
Esta advertencia debió venir en letras pequeñas durante el plebiscito, aunado a la obvia curva de aprendizaje que se llevarán para que la administración pueda estar en condiciones de generar algo positivo para los habitantes; o ya no positivo, sino algo más que ser una simple caja chica.
Buscando ser bastante positivos, ojalá hayan aprendido de Soledad y no lleven a la misma ruina a Pozos; siendo realistas y con base en lo que ocurre en el estado, el futuro luce bastante verde para el nuevo municipio, lo cual no es muy prometedor.
Otro problema es que ya no es sólo el grupo gallardista el que llega, sino todo el ejército Verde Ecologista que viene desde afuera y poco a poco se ha incrustado en la administración pública potosina, como en la Oficialía Mayor y en la Secretaría de Educación de Gobierno del Estado.
¿Qué será de Villa de Pozos?
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí. Actualmente es jefe de información de Astrolabio Diario Digital, con interés y experiencia en Transparencia y el Derecho de Acceso a la Información Pública. Formó parte de la tercera generación del MásterLab en edición de investigaciones organizado por Quinto Elemento Lab.
