María Ruiz
Los medios de comunicación deben realizar un análisis discursivo del lenguaje empleado en el trabajo que desarrollan y hacer una cobertura más humana, así los señaló la periodista María Medrano, Integrante de la Red de Mujeres Periodistas de San Luis Potosí, en el panel Lenguaje Incluyente, Desafíos y Compromisos, el cual se llevó a cabo en el Colegio de San Luis (Colsan).
La periodista señaló que actualmente el lenguaje incluyente también implica nombrar en la cobertura a las mujeres como personas participativas y entes protagonistas de la realidad diaria.
“Al interior de los medios de comunicación se construye y retrata la realidad, nosotras como periodistas tenemos que ser objetivas y así escribir lo que sucede, pues históricamente siempre se ha retomado lo masculino como si fuera la verdad absoluta; y lo femenino, lo de las mujeres, se trata en lo privado”, señaló.
Por lo que María Medrano enfatizó en que la prensa tiene la obligación de dar la voz a pesar de las resistencias, llevar a cabo trabajos que hablen sobre el género, sobre lo que les pasa a las mujeres, como la maternidad, el autocuidado y hasta la violencia que padecen.
“Hoy en día existen mujeres periodistas que están haciendo esta búsqueda diferencial que se dedican a realizar una cobertura más humana, por ejemplo de la nota roja, o bien nombrando a las mujeres, situándolas y nombrándolas como lo que son, mujeres protagonistas de la historia”.
Señaló además que comúnmente los medios de comunicación trabajan de una manera en la que se juzga a la mujer, de forma severa, exponiéndola al escrutinio público, pues su narrativa está construida en una visión machista y patriarcal, situación que se debería de eliminar por completo.
Sin embargo, las concepciones del “deber ser” de la mujer están arraigadas en el señalamiento, la discriminación, el prejuicio y la violencia.
“Se nos juzga porque la mujer no puede cometer delitos, por ejemplo, pues somos mujeres ¿no? Es decir no podemos ser malas porque somos, ante la concepción de los hombres y lo que han construido de nosotras, un ser inmaculado, bello. Entonces cuando una mujer se ve implicada en un hecho de violencia sea cual sea, la culpa siempre es de ella, y esas son los discursos y las narrativas que las mujeres periodistas estamos buscando eliminar con nuestro trabajo en medios de comunicación”.
Lo mismo ocurre con la cobertura de crímenes o delitos como lo son feminicidios, pues en estos caso impera la visión masculina, incluso hasta la misoginia, lo que coloca a las mujeres en una situación de revictimización constante a pesar de ser ellas a quienes se les arrebató la vida.
“Quienes hemos cubierto ese tipo de temas, lo que buscamos nosotras, porque en mayoría todas somos periodistas, es que se visibilice que las personas a las que asesinaron tenían un proyecto de vida. Que fue una vida cortada, que eran hijas, madres, amigas, que se entiendan porqué debe doler que una mujer haya sido asesinada de esta forma”.
Por lo que nombrar a las mujeres en la prensa o medios de comunicación desde esta visión con perspectiva de género es también una forma de inclusión y una manera de hacer periodismo de paz.
“Es una corriente periodística que se llama periodismo de paz, que no solamente se realiza con la historia de mujeres, sino también en los hechos de violencia que acontecen a su alrededor”.
Este panel de conversación también lo integraron representantes del Poder Judicial, Poder Legislativo, Gobierno del Estado y la academia, quienes coincidieron con la postura de María Medrano, y quienes señalaron que los medios de comunicación tienen un andamiaje importante sobre las percepciones de la sociedad y su realidad.
Además puntualizaron que las personas, cuando organizan sus ideas y luego las desplazan en palabras, puede resultar en actos de discriminación, que van desde no nombrar a las mujeres, a los grupos de personas vulnerables y aquella y aquellos que hablan otra lengua distinta.
“Los discursos tienen una raíz cultural hegemónica y repletas de masculinidades tóxicas, por lo que cuesta mucho hablar en femenino, por lo cual es necesario activar un sistema de igualdad en la forma que nos y se comunica la sociedad”.