Por: Oswaldo Ríos. Twitter: @OSWALDORIOSM
El presidente López Obrador, tan afecto a las metáforas mesiánicas, ha tenido unas semanas que han sido un verdadero calvario.
Eventos varios de repudio que se reflejan contundentes e inapelables en la caída de popularidad que documentan cada día las encuestas de Consulta Mitofsky y Gabinete de Comunicación Estratégica. Para ilustrar el tamaño del desencanto, le doy un dato de esa última medición: en enero de 2019, un total de 86% de mexicanos estaba de acuerdo en la forma que gobernaba el presidente López. Un año y un mes más tarde, es decir, para febrero de 2020, ese porcentaje de apoyo había caído hasta 50% (una caída de 36 puntos en un año) y lo peor de todo, es que esa tendencia se mantiene irremediablemente a la baja.
Con todo lo dramático del desplome en la imagen presidencial, lo peor no ha sido eso. Han sido aún más devastadores los episodios que solían granjearle a López Obrador altos dividendos políticos: los recorridos en tierra en los estados (en los que ahora ha tenido que salir por piernas ante la amenaza palpable de ser zarandeado por la turba, como en Morelos); los mítines en los que solía regodearse con preguntas retóricas para ensalzarse a sí mismo (en los que ahora recibe rechiflas, abucheos y abiertas muestras de inconformidad que lo hacen quedar como mentiroso, como en Tabasco); y las “mañaneras” en las que habitualmente dictaba la agenda narrativa del día (pero que desde su desastrosa respuesta a los feminicidios ha sido incapaz de recuperar).
Lo que se ve venir debería ser verdaderamente preocupante para el equipo de seguridad y para el de imagen del presidente López Obrador. Ya quedó claro que cualquiera puede increpar y reclamar en el tono que desee a un presidente al que se le puede encontrar en la calle, en un mitin o en un vuelo comercial.
Los peligros de la demagogia: el pueblo no está feliz, feliz, feliz.
- Matar una mosca a balazos
Francamente patética ha sido la manera en que el presidente municipal de San Luis Potosí, Xavier Nava ha coaccionado a cámaras empresariales, instituciones educativas como la Universidad San Pablo (que siendo una institución académica qué tiene que andar haciendo metida en grillas políticas) y actores políticos varios, a salir en su “defensa” ante la aprobación en comisiones de la solicitud de instalar una Comisión Jurisdiccional que resuelva si el alcalde violó la Constitución y los derechos de la abogada Teresa Carrizales al ser desalojada ilegalmente de sus oficinas y con lujo de violencia.
Le explico, los diputados locales no han iniciado ningún juicio político porque ni siquiera el pleno ha aprobado la formación de una comisión jurisdiccional. Si decidieran hacerlo, eso no significa que sea culpable porque faltaría todo un proceso para determinar la responsabilidad directa del alcalde que, efectivamente, se aprecia difícil se pueda demostrar como adminiculada y correlacional de la orden de agredir a la oficial del Registro Civil.
¿Por qué entonces el alcalde ha lanzado a algunos políticos en decadencia a insultar al Congreso y condicionado a varias organizaciones empresariales (algunas ya se han deslindado ante el indigno trato de borregos sacrificables) para presionar?
Le adelantó la respuesta.
El alcalde sabe que es complicado que prospere su juicio político, pero no es eso lo que está peleando. Sin decirlo, está usando a quien se deje para amedrentar al Poder Legislativo y tratar de obligarlo a no instrumentar otro juicio político en el que sí están presentes todos los elementos para declarar la procedencia, debido a las contundentes evidencias documentales de actuaciones inconstitucionales, abusos de autoridad y contumacia (persistencia en el error). Solo que ese juicio político no es contra Nava, sino contra una funcionaria que le importa más al alcalde que lo que se importa a sí mismo.
Adivinaron. La guerra de Troya tuvo una sola causa: el rapto de Helena.
- Los nombres de Carreras
Pasan los días y comienzan a acumularse los nombres de quienes aspiran a ser propuestos por el gobernador Carreras ante el Congreso para ocupar la titularidad de la Fiscalía Especializada en Hechos de Corrupción: Angelina Acosta Villegas, arropada por prominentes despachos de abogados; Salvador Contreras Hilario, joven abogado respaldado por el “Caco” Leal, secretario General de Gobierno; y Jesús Sierra Acuña, impulsado por miembros del Comité de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción y varias organizaciones sociales.
Comienza el día cero y mañana su continuidad.