Oswaldo Ríos Medrano
Para nadie es un secreto que la solicitud de licencia del diputado Alejandro Segovia se redactó en la oficina del secretario oxímoron: el Caco Leal y que en compañía del diputado priísta Fernando Chávez fueron hasta Cedral para que “Jano” se las firmara. Como casi todas las intromisiones al Poder Legislativo que se diseñan en esa dependencia, ésta también probó las hieles del fracaso. ¿La causa? El Ejecutivo no le obsequia al Parlamento el respeto que este no se concede a sí mismo, y a su vez, el Congreso es simple caja de resonancia de la aplastante debilidad de un gobernador que ni siquiera ante sus colaboradores se hace respetar.
No honran su investidura los legisladores que han usado la tribuna para realizar discutibles gracejadas insufladas de vulgaridad y doble sentido; tampoco los que han convertido el recinto en carpa de burlesque y bailongo; menos los que han hecho del Salón de Plenos un tianguis para el proxenetismo de sus votos. No, nada hay de defendible en la soez expresión de que “al gobernador le faltan huevos”, pero no debe olvidarse que la Constitución del Estado dispone en su artículo 41 que “los diputados son inviolables por las opiniones que manifiesten en el desempeño de su encargo y jamás podrán ser reconvenidos ni procesados por ellas”.
¿Cuál es el origen de esta figura de inmunidad parlamentaria? En el pasado remoto, los diputados usaban la tribuna para pronunciar memorables discursos y hacer contrapeso a Ejecutivos todopoderosos, sabiendo que en ello se jugaban la vida. ¡Qué borroso se ha tornado el recuerdo de los tribunos! Hace tanto que en el Congreso del Estado no se escucha una pieza de oratoria en toda forma, que hemos olvidado cómo eran. En el mismo atril que Ponciano Arriaga y Rafael Nieto se volvieron inmortales, hoy lo único que se pronuncian son infamias, poemas a la arrastradez, zalamerías varias, y de vez en cuando, como en esta ocasión, exabruptos arrabaleros. Sin embargo, que los lerdos no lo usen para lo que sirve, no justifica que un gobernador de legitimidad discutible lo quebrante.
Por lo demás, es muy probable que ni siquiera para efectos legislativos Segovia sea “licenciado”. Ello no será un acto de republicanismo de los legisladores, sino vil conveniencia de defender el escaparate en el que exhiben y negocian sus miserias políticas y morales.
La dificultad mayor que tiene Juan Manuel Carreras no es la expresión obscena que se descalifica a sí misma. Es una pena que destine esfuerzos y capital político a la destitución de un diputado que llegó a la curul por una tragedia, y al mismo tiempo, que sea incapaz de entender y atender la principal falencia de su gobierno: el vacío de poder que provoca su incapacidad para trazar un rumbo, para diseñar políticas que lo hagan factible, para desplazar de inmediato a los funcionarios que lo impiden y para comprometerse con la libertad de las causas de la sociedad y ya no seguir inmovilizado por los intereses de la clase política.
La cuestión no es que “al gobernador le faltan huevos”. El problema es que a San Luis Potosí le falta un estadista.
Lapsus
- “Efectivamente, ahora las feministas ya no son feministas, son feminazi. O sea, ya, ya está entrando, ese, está entrando ese, y aunque se rían eh, y, y esa es otra, y no, no es gracioso, no es gracioso. ¡Feminazis, así se (sic), es la nueva moda (sic)! Así se hacen llamar. O sea, ya no son feministas, porque te estoy diciendo que se separa la fe (sic) la la feminista se está separando, y ahora es la feminazi, y es una nueva modalidad, precisamente que ni siquiera está (sic) aquí, en (sic) que nace en nuestro país y se está adoptando en nuestro país, y también, precisamente, lo tú, lo que tú comentastes (sic) que es, es un genocidio esto (sic) y eso viene de nazi”.
Diputada panista en el Congreso de Chihuahua Liliana Ibarra Rivera teorizando patéticamente sobre el efecto comunicativo de incluir el sufijo “nazi” a sustantivos en aras de denigrarlos. Otros ejemplos análogos son panazis, morenazis, etc. Que la causa feminista le parezca a la legisladora una “nueva moda” es perfectamente comprensible. Lo inexplicable, es que su cerebro mantenga intacta la “vieja moda” de la Santa Inquisición. Las que defiendan sus derechos… ¡Perderán la cabeza!
- “Ustedes han escuchado de Layín… Las malas lenguas, los políticos, que Layín es narcotraficante, que Layín es el jefe de los sicarios, que Layín es el jefe de los secuestradores, y que a mí me financiaba una persona que acaban de matar. Y ahora compañeros, me traen con una nueva, que el Fiscal me estaba financiando la campaña. Compañeros esas personas que juegan a lo sucio, y que me critican nomás a lo pendejo, de parte mía: ¡Que chinguen a su madre!”.
Candidato independiente a gobernador de Nayarit Hilario Ramírez Villanueva a.k.a Layín ejemplificando cuán oportuna es la frase “dime de lo que te acusan y de pendejo me atrevo a criticarte”. ¿Ya ven porque las candidaturas independientes son lo que México necesita?
- “Lo que les quiero decir que vamos muy bien. ¡Vamos en la, en las encuestas superrequetebien!”.
Supercalifragilísticaespiralidosa candidata de MORENA a la gubernatura del Estado de México Delfina Gómez Álvarez presumiendo las encuestas “copeteadas” (El Peje dixit), del diario “burgués y panista” (El Peje dixit) Reforma. Si MORENA antes despreciaba las encuestas y ahora las ama, ¿cómo distinguir el cambio? Muy sencillo: ¡Las buenas son donde van arriba y las de la “mafia del poder” son en las que van abajo! ¡Cracks!
- “Pero, que nooo, como dicen los jóvenes, ¡no manchen! ¡Ej muy poco! ¡Cómo Yunes me va a mandar quinientoj mil pesooosh! ¡Ej muy poco de mochada, ¿no lej parece?”.
Líder nacional de MORENA y sempiterno suspirante presidencial Andrés Manuel López Obrador quejándose de la pichicatería del gobernador panista de Veracruz, a quien responsabilizó de los videos donde la diputada de MORENA Eva Cadena, aparece recibiendo cientos de miles de pesos a nombre del tabasqueño. ¿Entonces Yunes se disfrazó de la legisladora para golpear políticamente a AMLO y el único problema es que el efectivo le pareció poco? Honestidad valiente… ¡Hasta que le atinen al precio!
- “Se le cayó la máscara a López Obrador. Es responsabilidad de todos los mexicanos honestos exigir que los delitos de López Obrador y de los militantes de MORENA no queden en la impunidad”.
Presidente nacional del Partido de las Raterías Inolvidables (PRI) Enrique Ochoa Reza, quien es ejemplo viviente de que lo peor que se puede esperar de los priístas, siempre está por venir. Si al Peje se le cayó la máscara a Ochoa se le cayó la lengua. No se le podía pedir otra cosa al dirigente de un partido de “mexicanos honestos” como Carlos Salinas, el Negro Durazo, Gustavo Díaz Ordaz, José López Portillo, Javier Duarte, César Duarte, Andrés Granier, Tomás Yarrington, Carlos Romero Deschamps, Fidel Herrera, Fernando Toranzo, María Luisa Ramos, Humberto Moreira, Rodrigo Medina, Roberto Borge, Fausto Vallejo, Emilio Gamboa, Luis Videgaray, Egidio Torre, Manlio Fabio Beltrones, Arturo Montiel, Raúl Salinas, Juan Manuel Carreras, Cuauhtémoc Gutiérrez, Emilio Lozoya, Pedro Joaquín Coldwell, Carlos Hank, Roberto Albores, Enrique Peña Nieto, Luis Echeverría… Aquí le dejo porque no acabaría nunca. Tampoco se trata de escribir la Ratapedia.
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