El Realito es parte del problema… pero no es el problema

Por Victoriano Martínez

Las fallas en el acueducto de El Realito y las fugas que presenta la cortina de la presa son un gran problema para el abastecimiento de agua potable a la zona metropolitana pero, lamentablemente, no son el problema.

Peor aún. La alternativa propuesta como plan emergente por el alcalde Enrique Galindo Ceballos que plantea rescatar pozos clandestinos, modernizar y rehabilitar pozos ya existentes, y perforar y construir nuevos pozos… tampoco es la solución.

El agua que proviene de El Realito abastece sólo al 25 por ciento de la ciudad. En la respuesta a la solicitud de información con número de folio 00596021, el Interapas enlistó las 45 colonias a las que se presta el servicio de agua potable con el líquido proveniente de la presa El Realito.

El desabasto en el resto de la ciudad nada tiene que ver con los problemas de la presa y el acueducto, por lo que queda expuesta una negligente administración del servicio desde el Interapas a lo largo de su historia, con proyectos que resolverían el problema de fondo como, por ejemplo desde 2012, la Mejora Integral de la Gestión (MIG), que resultó un fiasco.

Como alcalde presidente de la junta de gobierno del Interapas, Galindo Ceballos ha sido el que más proyectos para resolver de fondo el abastecimiento de agua a la ciudad ha planteado, cuyo único resultado es que tiene noción del problema de fondo, pero hoy toma el caso El Realito para encubrir su negligencia y, para colmo, promocionarse como héroe super-pipas.

Sólo basta ver cómo se promueve lo que podría considerarse su heroico reparto de pipas: ninguna de las 19 colonias ni las cinco localidades a las que se anuncia la entrega de agua requieren las pipas porque se encuentren dentro de la zona abastecida por El Realito.

Es decir, con Realito o sin Realito pero en realidad sin Realito, esa zona atendida por pipas con la ostentosidad de quien asume que hace algo extraordinario padece un desabasto de agua que nada tiene que ver con la emergencia declarada por la mancuerna Ricardo Gallardo Cardona-Enrique Galindo Ceballos. El nuevo combo de la alerta hídrica.

Como dijera el clásico: El Realito les vino como anillo al dedo para engañar a la población sobre el origen de lo que sí es el problema, que tiene que ver con la negligente desatención de todos sus antecesores y su incapacidad para emprender con seriedad y efectividad las medidas requeridas, y, para colmo, promocionar su imagen con una solución que lo prolonga.

Si sus antecesores dejaron crecer el problema, por la razón que haya sido, el dúo Gallardo-Galindo no sólo le da continuidad a la decadencia del servicio, sino que su afán protagónico y ególatra los lleva a posturas que son una burla muy ofensiva para quienes padecen la escasez: un día aseguran que el abasto está resuelto para 125 años y seis meses después que la ciudad se quedará sin agua.

Sí, es probable que la ciudad se quede sin agua, pero no sólo por los problemas de El Realito –que representan la menor parte– sino por la nula previsión y corrección en el resto de la ciudad y, sobre todo, en la red de distribución, que sigue sin ser considerada en el presunto plan emergente.

Las fallas en el acueducto de El Realito y las fugas que presenta la cortina de la presa son una parte del problema, otra es el descuido en que se dejó el mantenimiento de la red de distribución, pero el mayor problema lo representan los funcionarios que, lejos de buscar soluciones reales, optan por opciones vistosas y coyunturales que no sólo los justifiquen, sino que también les de imagen, aunque empeoren la situación.

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