Ciudad de México (07 de noviembre de 2015).- Hasta hace poco, el refresco era más barato que el agua embotellada en La Mancalona, un pueblo de la selva de la península de Yucatán en México. Al igual que en muchas comunidades remotas, el agua potable era casi un lujo para los agricultores locales.
Ahora, gracias a un sencillo sistema diseñado por investigadores del MIT en los EE.UU., los lugareños pueden purificar el agua por su cuenta mediante el aprovechamiento de otro recurso disponible para ellos en grandes cantidades,la energía solar.
“Este es un nuevo paradigma del suministro de agua potable para las personas que lo necesitan“, aseguró Steven Dubowsky, profesor del MIT.
El sistema de purificación de agua consta de dos paneles solares que generan electricidad, utilizada para alimentar un conjunto de bombas de agua, que a su vez impulsan el agua a través de un filtro de membranas semi-porosas. Estas membranas ayudan a filtrar los sólidos disueltos y contaminación biológica. La tecnología se conoce como ósmosis inversa.
Al igual que en muchos lugares del mundo, las aguas subterráneas en La Mancalona, es bastante salada. Con el uso de este nuevo método, los habitantes de la pequeña aldea son capaces de purificar tanto el agua de lluvia y el agua salobre que se encuentra en su pozo local, produciendo alrededor de 1,000 litros al día, que es suficiente para abastecer a una población de alrededor de 450 personas.
Los agricultores de las aldeas remotas son muy útiles, por lo que el principal desafío en realidad era la barrera del idioma para entregar las instrucciones en Inglés traducidas al dialecto de Yucatán local.
El mantenimiento parece ser demasiado fácil, los técnicos locales son capaces de cambiar las lámparas ultravioleta y filtros de agua que ponen a prueba la calidad del agua, y tampoco tienen problemas para reemplazar las baterías.
El sistema de purificación también se ha convertido en un gran negocio impulsado por la comunidad. Durante casi dos años los residentes, han estado comprando botellas de 20 litros de agua purificada por un precio que han elegido ellos mismos, cinco pesos por botella. Por lo general, el agua se vendía por alrededor de 25 pesos y sólo estaba disponible en la ciudad más cercana, a casi una hora de distancia.
Esta tecnología funciona con energía solar está construido de una manera que hace que sea fácil de adaptarse al medio ambiente local, y se puede emplear una variedad de métodos de purificación, incluyendo electrodiálisis y nanofiltración.
Fuente: Muy Interesante.