Octavio César Mendoza
Tres personajes muy peligrosos para México; dos de ellos convertidos en dictadores de las mafias llamadas PRI y PAN que, desde el punto de vista de la mayor parte de los mexicanos, son los partidos políticos más corruptos y pútridos del sistema político nacional, se apersonaron en la vecina casa neolonesa para tratar de derrumbar las aspiraciones presidenciales de un personaje llamado Samuel García.
Igualito que el presidente Andrés Manuel López Obrador cuando no abrió las puertas de Palacio Nacional a la entonces desconocida Xóchitl Gálvez, y con ello generar un inusitado crecimiento del conocimiento público de la hoy candidata del FAM, los bandoleros tricolor, albiazul y amarillo, no aplicaron el conocimiento adquirido por experiencia llamado aprendizaje, y colocaron al joven Samuel García en papel de víctima.
La conspiración paranoide tiene un origen: si Samuel García se convierte en candidato del partido Movimiento Ciudadano, el naranja puede ocupar la segunda casilla del tablero político mexicano y dejar en la tercera a la dama de los mil colores, lo que por consecuencia haría del triunfo de Claudia Sheinbaum por Morena, PT y PVEM, algo mucho más holgado e indiscutible.
Pero ganar la presidencia de la República no es el objetivo del FAM, sino obtener el mayor número de migajas para mantener sus negocios privados con dineros públicos en congresos y gobiernos locales y municipales, a fin de que el sistema democrático mexicano siga parasitado en su parte final del sistema digestivo al cual los derechistas se aferran con profunda convicción dogmática, inspirados por la mística ideológica del signo de pesos.
Al tratar de impedir la licencia de Samuel García para participar en las elecciones federales, el tema entrará en ámbitos del Poder Judicial, y hará crecer aún más al hombre que tiene el record de mentadas de madre hacia el PRIAN en Nuevo León, por lo que la candidata del FAM seguirá su tendencia a la baja, echando a perder con ello todo el teatro armado en aras de recuperar la credulidad de los mexicanos, que no la credibilidad del PRIAN.
Este escenario terrorífico para el FAM, se complicará aún más si Morena recupera la tranquilidad y la figura de Marcelo Ebrard o, al menos, éste último se dedica sólo a construir un movimiento partidista que, al final del siguiente sexenio, deje al PRIAN como desecho tóxico, al terminar el desazolve de las entelequias partidistas por parte de Movimiento Ciudadano, así como por la opción política que construya Ebrard.
La posibilidad de que Samuel García cuente incluso con las simpatías del propio AMLO para, en efecto, enviar al basurero de la historia al PRIAN, puede tener un acicate interno para el propio Movimiento Ciudadano, en caso de intentar sumarse al bloqueo del gobernador de Nuevo León, y se llama Movimiento SEGALMEX, donde incluso el propio Dante Delgado, propietario de la franquicia naranja, tiene incómodas ligaduras.
Por ello, la consolidación de movimientos sociales como el obradorismo en todo México y el gallardismo en San Luis Potosí, también produce miedo en quienes otroramente poderosos cebaban su condición de demonios impíos sobre los lomos del pueblo, debido a que los agravios y oprobios, y todo acto ilícito e inmoral cometido mientras gobernaron, deberá ser castigado para terminar de transformar la vida pública del país.
A pesar de que tratan de aparentar lo contrario, el Frente Amplio por México, que de eso sólo tiene el nombre, está cada vez más debilitado; y no es que Movimiento Ciudadano se esté fortaleciendo, ni que Morena y su alianza con el Verde y el Peté se esté destrozando internamente, sino que la sociedad sigue teniendo sobre el cuarenta por ciento sus intenciones de consolidar el proyecto de nación de AMLO, en la persona de Claudia Sheinbaum.
El único gran liderazgo nacional surgido en las últimas dos décadas en México, es el de Andrés Manuel López Obrador; y el único gran liderazgo local surgido en la última década en San Luis Potosí, se llama José Ricardo Gallardo Cardona. El presidente cuenta con una aprobación del 65 por ciento de los mexicanos (algo así como 85 millones) y el gobernador con una aprobación del 62 por ciento de los potosinos (algo así como 1.9 millones).
La severa crisis de liderazgos opositores fue lo que llevó a impulsar a una candidata como Xóchitl Gálvez; pero lo mismo ocurre en San Luis Potosí, donde el hermano del único expresidente vitalicio del PAN Xavier Azuara, de nombre David, ha anunciado que buscará contender por la alcaldía de la capital, a modo de mensaje para el único ex presidente municipal en funciones de la historia de San Luis Potosí, Enrique G. Ceballos.
Y, mientras, el gobernador del estado de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo Cardona, ocupa el primer lugar de aprobación ciudadana entre los mandatarios estatales afines a AMLO, se va de gira a los Estados Unidos, prepara su segundo informe de Gobierno en Ciudad Valles, y se viste de charro para dar el Grito de Independencia, sus críticos, beneficiarios del PRIAN, no tardan en desgarrarse las finas vestiduras tejidas durante años de privilegios.
Definitivamente, las cosas en el 2024 no podrían estar peor para quienes no están en el poder.
Las opiniones aquí expresadas son responsabilidad del autor y no necesariamente representan la postura de Astrolabio.
Es poeta, escritor, comentarista y consultor político. Actualmente ocupa la Dirección General de Estudios Estratégicos y Desarrollo Político de la Secretaría General de Gobierno del Estado. Ha llevado la Dirección de Publicaciones y Literatura de la Secult-SLP en dos ocasiones, y fue asesor de Marcelo de los Santos Fraga de 1999 a 2014, en el Ayuntamiento y Gobierno del Estado de SLP, y en Casa de Moneda de México. Ganador de los Premios Nacional de la Juventud en Artes (1995), Manuel José Othón de Poesía (1998) y 20 de Noviembre de Narrativa (2010). Ha publicado los libros de poesía “Loba para principiantes”, “El oscuro linaje del milagro”, “Áreas de esparcimiento”, “Colibrí reversa”, “Materiales de guerra” y “Tu nombre en la hojarasca”.