Por Victoriano Martínez
Difícilmente se puede encontrar a un político que no caiga en la tentación de aprovechar todo aquello que le ayude a hacerse propaganda, sobre todo si puede aparecer ante la población como un benefactor oportuno, especialmente en momentos de crisis que infunden temor y ante las que pretenden un papel casi de héroes.
No obstante, cuando una crisis como la pandemia por el coronavirus Covid-19 pone a prueba mucho más que la capacidad de reacción de los sistemas de salud en el mundo, la tentación para los políticos incontinentes de promoción termina por ser un reactivo de alto contraste que muestra claramente su afán de aparentar lo que no pueden ser, aun a costa de poner en riesgo a la gente.
Este jueves, en el acceso al Hospital General de Soledad de Graciano Sánchez fue instalado un túnel sanitizante, donado por el diputado federal Ricardo Gallardo Cardona y entregado por la senadora Leonor Noyola a nombre de aquel, con un mensaje contradictorio, como suele ocurrir con la propaganda más burda. Estos son fragmentos de la intervención de la senadora:
El equipo profesional desinfectantes permitirá al personal y usuarios de este hospital desinfectar por lo menos a 20 personas a su paso por la estructura. Este túnel es capaz de eliminar hasta el 99.9 por ciento de virus, de bacterias, que se encuentren en el ambiente, en el pelo en la ropa o en otros objetos (…) Hoy más que nunca debemos sacar a flote los valores que nos rigen, exigir sacrificio, compromiso y deberes por encima del interés particular y de partidos, hay que mirar el bien común. (…) Muchísimas gracias doctor por recibirnos. Reciba un saludo de nuestro diputado federal Ricardo Gallardo Cardona, quien hace entrega, quien hace entrega de este túnel desinfectante para todo el servicio del hospital, para todas las personas que ingresen o que salgan. (…) Ahorita tenemos que unirnos todos sin ver otra cosa más que escuchar las recomendaciones de nuestros médicos, las recomendaciones de nuestros científicos para salir adelante juntos y volver a reunirnos como ciudad, como siempre. (El discurso completo lo puede ver en la transmisión del acto realizada vía Facebook por el portal La Orquesta)
Menos de 15 horas antes, la Secretaría de Salud federal emitió un comunicado en el que deja claro que “no se recomienda la instalación de arcos y túneles sanitizantes”. Una advertencia sobre la que el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, explicó ampliamente en la rueda de prensa vespertina del pasado miércoles. Esto fue lo que dijo:
Si no fueran un riesgo no habríamos dicho nada, sólo habríamos dicho se está desperdiciando el dinero. Pero sí tienen un riesgo. Las técnicas de sanitización de espacios físicos o de las personas que acuden a espacios físicos tienen características técnicas específicas. Estos túneles, para quien no los haya visto, son literalmente túneles, es una rueda monumental de tamaño en donde cabe una persona, tienen aproximadamente tres metros de altura o dos metros de altura, de diámetro y tienen unos tubitos por donde se produce un aerosol con una sustancia desinfectante y hay distintos tipos de sustancia desinfectante. Entonces la persona pasa y le echan ahí un aerosol. Estos son tecnológicamente diseñados para procesos de sanitización controlados en donde las personas que transitan por ahí tienen una protección física de las vías respiratorias, nariz y boca, los ojos también, porque en esa formación de aerosoles se puede irritar la vía respiratoria y se pueden irritar los ojos tan solo con la sustancia sanitizante. Pero si suponemos que hay una persona que tiene Covid y que en su vía respiratoria está sacando virus, lo que va a ocurrir es que conforme la persona repira esas partículas de virus se van a estar movilizando, y si el tiempo de sanitización no es el técnicamente recomendado, y esto depende del volumen de la persona, al área a cubrir y también de la potencia de la sustancia sanitizante, puede ser que la persona pase muy poquito tiempo, se hagan los aerosoles y que no sea suficiente para inactivar al virus y tenemos el efecto opuesto: riesgo de propagación de infecciones. Por eso hicimos esta nota y dijimos no, las cosas tienen un por qué, las cosas tienen una técnica, las máquinas, en este caso podríamos considerar una máquina este túnel, han sido probadas y autorizadas para su uso en determinadas condiciones.
Mientras la senadora Noyola entregaba el túnel sanitizante, en la rueda de prensa matutina local sobre el coronavirus, Mónica Rangel Martínez, directora de los Servicios de Salud en el Estado, advertía que esos túneles “nos dan una falsa seguridad de que estoy protegido, eso no es así, hay que recordar cuál es la forma por la que puedo yo contraer este virus”.
Vaya ironía: el túnel en la entrada del Hospital General de Soledad de Graciano Sánchez resulta –parafraseando a Rangel Martínez– un ejemplo de que la burda propaganda de la Gallardía da un falso mensaje de que son benefactores de la población, eso no es así, hay que recordar que los políticos no dan paso sin huarache.
En conclusión, de acuerdo a lo expuesto por los especialistas de la salud, Ricardo Gallardo Juárez mandó instalar frente al Hospital General de Soledad un túnel que genera un riesgo de propagación de infecciones (incluido el Covid-19) del que –para colmo– las personas que lo crucen salgan con una falsa seguridad de estar protegidas.