Por Victoriano Martínez
Se llegó el día de la elección de la dirigencia estatal del PAN que, por primera vez, se da sólo para mujeres, pero no por ello sin el clima enrarecido de confrontaciones, descalificaciones mutuas, discursos políticamente correctos para darle su lugar a la militancia, aunque lo que realmente se deja ver es la lucha entre dos grupos para simplemente apropiarse de las siglas.
En una esquina, el bando de la candidata oficial que es señalada como el proyecto de prolongación del cacicazgo encabezado por Xavier Azuara Zúniga y con Juan Francisco Aguilar como uno de los operadores, con algunos destellos que, con las reservas sobre su veracidad, llevan la oficialidad de la postulación hasta una posible intervención palaciega.
En la esquina contraria, la alianza renovadora que busca rescatar al partido con padrinos como el de Marcelo de los Santos, impulsor inicial de Azuara Zúñiga por quien seguro hoy está desencantado por el rumbo que le dio al partido, pero también acusadas de trabajar para una revancha por parte de Xavier Nava Palacios contra el grupo que le impidió ser candidato a gobernador.
Si bien Verónica Rodríguez, la presunta candidata oficial, en entrevistas describe, sin mencionar a Nava Palacios, que operadores de sus contrincantes que en su momento lo fueron de un precandidato que después se relacionó con Morena invitan a militantes panista a votar por Josefina Salazar Báez, su señalamiento coincide con el de un grupo con cuenta en Twitter desde 2014.
@SoloPanistasSLP, que se describe como cuenta creada por un grupo de panistas de SLP, ha sido constante en los señalamientos contra Salazar Báez durante la campaña interna que hoy culmina, pero también en su momento contra lo que tuviera que ver con Nava Palacios y su paso por la alcaldía y por el intento de ser su candidato a gobernador.
Este viernes desde esa cuenta se hizo circular un presunto citatorio por parte de la Fiscalía Anticorrupción que requiere la comparecencia de Salazar Báez ante esa instancia investigadora para el próximo lunes, en tanto la propia ex diputada y hoy candidata publicó una imagen en la que afirma que esa información es falsa.
Un documento que el mismo grupo, cuya versión sobre la intervención del grupo de Nava Palacios a favor de Salazar Báez parece compartir –o al menos coincide– con la versión que da Verónica Rodríguez, anunció en Twitter desde el pasado 29 de noviembre.
Dos datos contrastan entre el anuncio y la publicación del documento. Cuando lo anunciaron afirman que “la orden es por una investigación del 2018 por el delito de peculado”, en tanto que el documento cita una carpeta de investigación abierta en 2017.
Real o fabricado, lo cierto es que el citatorio cuenta con elemento real que permite que se difunda de esa manera: se conoce cuando menos de la existencia de dos denuncias en contra de Salazar Báez, promovidas por las organizaciones Ciudadanos Observando y Ganemos, por apropiase de recursos como diputada de la LXI Legislatura con un esquema que usó de empresas fantasma.
Real o fabricado, el citatorio aparece como una inusitada coincidencia que pareciera que la Fiscalía, después de tres años sin actuar en el caso y hoy ya gallardizada, le hace el favor al grupo de Azuara Zúñiga, pero a la vez de una manera tan burda que podría provocar el efecto contrario al dar a entender un “por si dudaban con que equipo juega Juan Francisco Aguilar y de que Verónica Rodríguez es la buena”.
Son tantas las medias verdades, la manipulación y opacidad con que se manejan los grupos que apoyan a ambas contendientes, que la elección de dirigente estatal panista que recaerá por primera vez en una mujer sólo tiene esa característica como novedad.
Por lo demás, la lucha por rescatar al partido y recuperar sus principios o hacer que la militancia mande no son más que imposturas en una contienda más como las que en las últimas décadas hay llevado a los partidos, no sólo al PAN, a la crisis de representatividad que hoy padecen.