Por Victoriano Martínez
Desde 1975, el 8 de marzo es el Día Internacional de la Mujer, fecha que –conforme a la política de conmemoraciones de la Organización de las Naciones Unidas– tiene el objetivo del visibilizar, en este caso, la necesidad de que a la mujer ya no se le considere subordinada en lo público y sometida en lo privado y se le reivindique como sujeto activo en todas partes, libre y en equidad.
Un proceso que busca modificar los roles de género que provocan las diferencias que desde la cultura se imponen entre lo masculino y lo femenino, y que en los últimos años han quedado expuestas en una creciente violencia contra las mujeres al grado extremo de un alarmante índice de feminicidios, incluso expuestos de manera atroz.
Un proceso ante el que resulta un contrasentido que la resistencia a reivindicar esos derechos de la mujer se dé desde instituciones transmisoras de cultura como la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, cuyo rector hoy es blanco de un punto de acuerdo que se analiza en el Senado de la República para requerirle una disculpa pública por sus comentarios misóginos.
“¡Es que ustedes no entienden, todo lo que quieren los medios es tergiversar lo que se dice y dañar a la Universidad!… ¡Ahí los tienes con el tema del acoso! Pero de lo que no se dan cuenta que ellas también provocan a los mismos profesores! ¿No han visto cómo van vestidas en la FCA y Derecho? Tampoco son blancas palomitas…”
Esas palabras del rector Manuel Fermín Villar Rubio, precedidas de una larga lista de denuncias de acoso de estudiantes universitarias en distintas facultades sin que se tomaran medidas correctivas ni aplicaran sanciones, son parte del argumento central del punto de acuerdo, y este viernes le fueron recordadas al funcionario en manifestación frente al Edificio Central de la UASLP.
A menos de dos meses de concluir su rectorado, Villar Rubio se muestra urgido de contrarrestar la mala imagen que sus propios actos en el tema le han redituado, y este viernes, la UASLP emitió un comunicado para reportar que “tres docentes universitarios han sido cesados por conductas de acoso y hostigamiento sexual en la casa de estudios, por denuncias presentadas en el último año”.
Una acción reactiva de último momento, cuando desde la primera noticia de casos de acoso y hostigamiento sexual en los espacios universitarios pudo tomar acciones para frenar el problema y, sobre todo, prevenir su repetición. Se le hizo tarde.
El de la UASLP es una muestra de la errática actitud desde las instituciones públicas ante el movimiento reivindicador feminista que este domingo se hará visible mediante movilizaciones y el lunes se hará notar mediante su ausencia con la convocatoria a #UnDíaSinNosotras.
La polémica que se ha dado en torno al llamado a que el nueve ninguna se mueve y la suma y apoyo de entes públicos, entre ellos el gobierno del Estado y la propia UASLP, son una faceta más de esa actitud reactiva y a destiempo en busca de una imagen apegada a lo políticamente correcto.
Lo que con iniciativas como #UnDíaSinNosotras muestran es que ellas se defienden solas y a su contraparte sólo le corresponde aprender a comportarse de tal forma que deje de existir esa necesidad de autodefensa.