En 100 minutos de lectura inaudible, entre gritos, diputados rechazan las cuentas públicas

Por Victoriano Martínez

…y la sesión se convirtió en una carrera de lectura a tres voces inaudibles la mayor parte de los 100 minutos que duró. Un asunto resuelto cada 27 segundos.

“De volada, córrele que ya está entrando la gente”, fue la voz de arranque que pronunció la diputada Rebeca Terán Guevara, como pudieron darse cuenta los seguidores de la transmisión en vivo de la sesión vía internet.

A partir de ahí, las voces alternadas de Manuel Barrera Guillén, presidente de la Directiva, y las diputadas secretarias Xitlálic Sánchez Servín y la propia Terán Guevara, se enfrascaron en una especie de rezo a paso veloz para agotar una orden del día que incluyó 222 asuntos.

Gente de distintas agrupaciones empresariales y civiles de la ciudad, y otros que arribaron desde Ciudad Valles y Rioverde, poco a poco abarrotaron el recinto legislativo. La presencia de Barrera Guillén, el cuarto diputado del que se esperaba que solicitara licencia para dejar el cargo, fue de los puntos que mayores reacciones provocó: “¡Fuera Barrera! ¡Fuera Barrera!”, fue el grito.

En tanto Sánchez Servín y Terán Guevara competían para ver quien leía más rápido los 50 asuntos de la correspondencia de los que se dio, Barrera Guillén se adelantaba al término de la lectura para pronunciar el acuerdo recaído. Terminar lo antes posible era la consigna.

A diferencia de otras sesiones, al pasar a la presentación de iniciativas, ninguno de los diputados promoventes usó la tribuna para exponerlas. Simplemente se continuó con la dinámica de la lectura de correspondencia durante toda la sesión.

Fue así como, sin que hubiera una sola intervención en la tribuna, se tramitaron 50 asuntos de correspondencia, se dio entrada a 22 iniciativas, se aprobaron ocho dictámenes de reformas legales, se votaron 121 dictámenes de la Comisión de Vigilancia que representaron el rechazo a la totalidad de los informes finales de auditoría de las cuantas pública, un hecho sin precedente.

También se le dio entrada a ocho puntos de acuerdo, se reestructuraron ocho comisiones, se aprobó el informe financiero del Congreso del Estado, se eligió a los integrantes de la Diputación Permanente y se autorizaron las licencias de los diputados Enrique Flores Flores, Oscar Bautista Villegas y J. Guadalupe Torres Sánchez.

A un ritmo de un tema cada 27 segundos, ante un auditorio abarrotado que prácticamente durante toda la sesión no dejó de gritar consignas, los diputados mostraron su capacidad de ignorar a la ciudadanía, continuar impasibles con un guion preestablecido sólo para cumplir el requisito de pasar los asuntos por el Pleno.

Con los primeros dictámenes de reformas legales llegó la necesidad de consultar a los demás diputados sobre su voto. Ni en el pase de lista para conocer esas votaciones se perdió el ritmo veloz de la lectura y, como nunca, en recuento de votos se daba en automático. Hasta las votaciones por cédula se dieron en fast track, y uno que otro enviado a la Directiva con el personal de apoyo.

En el área de curules todo transcurría en cámara rápida. Entre los asistentes, las consignas variaban según el grupo que las iniciaba: ¡Fuera Barrera!, ¡Desafuero!, y hasta ¡Fuera Gallardo!, entre muchas otras hacían inaudible lo que rezaban Sánchez Servín, Terán Guevara y Barrera Guillén.

De pronto surgió el grito ¡Tribuna! ¡Tribuna! con un llamado entre la asistencia a tomar la tribuna para impedir que continuara la sesión. En las dos primeras filas de las butacas se encendió la alerta y policías vestidos de civil reforzaron una valla para evitar que la gente saltara a la zona de curules.

Tras el salto de un hombre, pronto lo tomaron, lo regresaron y cerraron filas para evitar más intromisiones.

Se omitían las lecturas de los dictámenes, se pasaba directo a las votaciones mientras entre los asistentes en el pasillo central se veían un vaivén de gente que presionaba a la valla de guaruras que los rechazaban. La toma de la tribuna siempre estuvo latente.

Cuando a paso veloz se leían los nombres de los diputados para las necesarias votaciones, en varias ocasiones los protestantes aprovecharon para gritar tras el nombre de cara uno de los diputados ¡Rata!

Tras la lectura y aprobación de las licencias de Flores Flores, Bautista Villegas y Torres Sánchez, luego de que Barrera Guillén dio por aprobadas las licencias, el grito fue unánime en la sala “¡Faltas Tú! ¡Faltas tú!”, y la mayoría lo señalaba con índice de fuego.

Antes de dar concluida la sesión, Sánchez Servín dio lectura a un pliego petitorio presentado por el Frente Ciudadano Anticorrupción. Fue el único momento en que el público guardó silencio y sólo aplaudía cada que se terminaban de leer los puntos.

Este es el texto que se leyó, y en cuanto se terminó su lectura, se dio por terminada la sesión y los diputados salieron prácticamente huyendo del Pleno.

COMPROMISOS URGENTES

La credibilidad del Poder Legislativo hoy es prácticamente inexistente. La necesidad de dar pasos para su recuperación obliga a que los actuales legisladores –cuya confiabilidad está en entredicho– asuman compromisos reales con la población a la que deben representar.

Si no atienden al interés de la sociedad, no tienen derecho a sesionar.

Sus constantes traiciones al interés general son el origen de la desconfianza que hoy se manifiesta. La ciudadanía, que con sus impuestos los mantiene, hoy se ve obligada a vigilarlos de cerca para evitar nuevas traiciones.

Ese es el sentir que hoy convoca esta presencia y que ya ha sido expuesta de distintas formas, pero que se traduce, por ahora, en las siguientes exigencias:

  1. Rechazar los informes finales de auditoría a la totalidad de las Cuentas Públicas y ordenar la reposición del procedimiento de su revisión, en el que se contemple la incorporación de elementos adicionales de confiabilidad, como podría ser una supervisión –si no es que la realización total de las auditorías– por parte de la Auditoría Superior de la Federación.
  2. Autorizar las licencias para dejar el cargo de diputados a Enrique Flores Flores, Oscar Bautista Villegas y J. Guadalupe Torres Sánchez, e iniciar los juicios de procedencia para facilitar las sanciones a que pudieran hacerse acreedores, una vez resueltas las denuncias penales presentadas, y por presentarse, ante la Procuraduría General de Justicia del Estado.
  3. La derogación del fuero en el Estado, y la elaboración y aprobación por parte del Pleno de una iniciativa de reformas que se proponga al Congreso de la Unión por el Poder Legislativo de San Luis Potosí para la eliminación del fuero federal.
  4. La eliminación del Artículo Cuarto Transitorio de la iniciativa de reforma Constitucional presentada por el gobernador Juan Manuel Carreras López, con el que se pretende el pase automático del actual Procurador de Justicia a Fiscal General del Estado, para que este nombramiento sea a propuesta de la sociedad civil a través de mecanismos que privilegien un buen desempeño en el cargo.
  5. Dar trámite a las solicitudes de juicio político pendientes, así como facilitar y agilizar el trámite de las que se deriven de la crisis de credibilidad provocada por el escándalo conocido como la “ecuación de la corrupción” y que en los próximos días distintos grupos ciudadanos presentarán ante ese Congreso del Estado.

Cinco compromisos iniciales ante los que les exigimos que se comprometan por escrito. Por ello, se adjunta a este primer pliego de peticiones concretas una hoja para las firmas de los hoy diputados en funciones. Ya no basta con la promesa de su toma de protesta que no han cumplido. Este compromiso, más que voto de confianza, es testimonio de una oportunidad que se les da a partir de la desconfianza que han provocado, y ante la que se contaría elementos adicionales para que un incumplimiento más el pueblo se las demande.

 

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