Ciudad de México (23 de mayo de 2016).- En 25 de las 32 entidades del país no se considera delito grave la pederastia, de acuerdo con la senadora perredista Angélica de la Peña.
Para Laura Martínez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas, AC, la violencia sexual contra menores, en el 80% de los casos, deja secuelas para toda la vida. Adicionalmente, las leyes de las entidades la castigan de manera laxa o nula y se utiliza un enfoque de usos y costumbres para enfrentarlos.
De acuerdo con De la Peña, Yucatán, Tlaxcala, Tabasco, Sinaloa, Quintana Roo, Querétaro, Morelos, Jalisco y la Ciudad de México tipifican este ilícito como grave y sin derecho a fianza; sin embargo, las penalidades no son severas, sólo en el estado de Jalisco se dan entre 12 y 20 años de prisión a quien cometa abuso sexual en contra de un menor de edad.
En 25 entidades el abuso sexual no se califica y los agresores pueden salir bajo fianza, pagando multas que van de los tres días de salario mínimo a mil 200 días.
De acuerdo con datos de la OCDE, México ocupa el primer lugar en abuso sexual, violencia física y homicidios de menores de 14 años. Un estudio de Adivac apunta que las víctimas pueden ser menores o mayores de edad.
Difieren estados.
xisten códigos penales, como los de Baja California, Campeche, Durango y Sonora, cuya acción penal en contra de quien comete el delito de estupro se extingue si contrae matrimonio con la víctima, legalizando con esto la prolongación de la lesión al bien jurídico, de acuerdo con Adivac.
La mayoría de los códigos penales incluyen como pena la reparación del daño para los ilícitos de estupro y violación, y en varios dicha reparación comprende el pago de alimentos en favor de la mujer y del hijo (a) o hijos (as) que pudieran resultar como consecuencia de la comisión del abuso.
Cabe señalar, de acuerdo con Angélica de la Peña, que México está catalogado como país de origen, tránsito y destino de víctimas de explotación sexual, siendo el de mayor crecimiento la modalidad de turismo sexual infantil principalmente en Acapulco, Cancún, Tijuana y Ciudad Juárez.
Pornografía.
De acuerdo con un informe del Senado de la República, México ocupa el primer lugar en difusión de pornografía infantil a nivel internacional, situación que fue confirmada por Nelly Montealegre, fiscal especial de la PGR para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas, quien habló de cómo se han incrementado las páginas de personas que buscan material de ese tipo.
Según estimaciones de la UNICEF, la pornografía infantil es uno de los negocios más lucrativos en el mundo, después del narcotráfico, cuyas ganancias se estiman en 7 mil millones de dólares anuales.
Las estadísticas de la Policía Federal señalan que la explotación sexual de niños y adolescentes a través de internet ocupa el tercer lugar en la lista de delitos cibernéticos.
Mientras en 2004 se tenían registrados 72 mil 100 sitios de pornografía infantil, en 2006 ya existían más de 100 mil sitios. Además, México es considerado segundo país a nivel mundial con mayor producción de pornografía infantil.
Además del caso de La Esperanza, encubierta casa hogar en donde Timothy Julian y Decker, de nacionalidad estadunidense, tenían concentrados a un grupo de niños que eran abusados sexualmente, mientras ellos les tomaban fotos y video que enviaban por internet a diferentes partes del mundo, existen mucho otros casos de pederastia y pornografía infantil.
Otro caso muy sonado en Acapulco es el del pederasta mexicano José Guadalupe Borja Borbón, quien se hacía pasar como misionero franciscano. El sujeto mantenía una casa de asistencia llamada Casa Franciscana de Niños Desamparados, ubicada en el lote 27 de la calle Castillo Bretón, fraccionamiento Costa Azul.
De acuerdo con la averiguación previa, TAB/AEDS/02/832/2003, Borja utilizaba ese lugar para abusar sexualmente de los menores. Bajo engaños, invitaba a los niños a la casa hogar y, una vez ahí, les decía que les iba a sacar el demonio mediante sesiones de exorcismo.
Para el abogado Victoriano Sánchez Carbajal, el problema es que las leyes de Guerrero no protegen a los menores.
“Si vemos el Código Penal de Guerrero veremos que los niños están expuestos a múltiples actos que pueden llevar a denigrarlos como personas, sin que aquellos que cometen el delito reciban un castigo adecuado y ejemplar; lo máximo de lo que se les puede acusárseles es de corrupción de menores y saldrían libre bajo fianza”, señala el abogado.
Tal es el caso del ciudadano canadiense Williams Lee Suk, quien se hacía llamar Walter Suk, y fue sorprendido mientras tocaba y besaba a una niña, en plena Costera Miguel Alemán en Acapulco. El hombre fue detenido por integrantes de la Gendarmería y, en lugar de ser puesto a disposición del Ministerio Público federal, fue consignado al Ministerio Público del fuero común, donde se le aplicarán las leyes estatales, mismas que no prevén la figura de pederasta.
Sánchez Carbajal hizo un llamado urgente a los diputados del estado para que armonicen las leyes locales con las federales y, de esa manera, “se pueda proteger a los niños de Guerrero de este terrible mal que llegó y no ha podido ser erradicado”.
De acuerdo con el abogado, Williams Lee Suk, quien enfrenta un proceso penal por acariciar y besar a una menor de edad, en cualquier momento podría salir libre bajo fianza, pues en aquella entidad el delito cometido está considerado como “no grave”.
La sicóloga Alondra Berber señala que “Acapulco sigue siendo primer lugar en turismo sexual infantil, el cual es propiciado, en gran medida, debido a la pobreza y falta de educación. En el 80% de los casos, el abuso es cometido por gente cercana a la víctima”, subraya.
Violencia sexual.
De acuerdo con datos de la OCDE, México ocupa el primer lugar entre el abuso sexual, violencia física y homicidios de menores de 14 años.
En casa hogar.
Además del caso de La Esperanza, encubierta casa hogar en la que los ciudadanos estadounidenses Timothy Julian y Robert Decker tenían concentrados a un grupo de niños que eran abusados sexualmente y también eran captados en fotos y videos que, poco después, eran enviados por internet a países como Estados Unidos, Inglaterra, Holanda y Alemania, entre otros, actualmente existen más casos de pornografía infantil y pederastia en México.
Vía Internet.
Las estadísticas de la Policía Federal señalan que la explotación sexual de niños y adolescentes a través de internet ocupa el tercer lugar en la lista de delitos cibernéticos.
Mientras en 2004 se tenían registrados 72 mil 100 sitios de pornografía infantil, en 2006 la cifra se incrementó a más de 100 mil sitios. Además, México es considerado el segundo país a nivel mundial con mayor producción de pornografía infantil.
Código Penal.
El artículo 201, párrafo primero, del Código Penal Federal establece: “Comete el delito de corrupción, quien obligue, induzca, facilite o procure a una o varias personas menores de 18 años o a una o varias personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o a una o varias personas que no tienen capacidad para resistirlo a realizar actos de exhibicionismo corporal o sexuales simulados o no, con fin lascivo o sexual”.
Convenios.
México ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990; en el 2000 el Convenio 182 de la OIT sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil y en el 2002 el Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. Adicionalmente, en el 2003 ratificó el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños.
Acapulco, paraíso sexual infantil.
El destino turístico que dio a conocer a México ante el mundo, hoy es considerado como un destino de turismo sexual, donde prácticamente cualquier tipo de fantasía podría ser cumplida, lo que ha provocado que pederastas extranjeros, principalmente de Canadá y Estados Unidos, lo visiten.
De acuerdo con un informe del Senado de la República, México ocupa el primer lugar en difusión de pornografía infantil a nivel internacional, dato que ha sido confirmado por Nelly Montealegre Díaz, fiscal especial de la PGR para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de Personas.
“El conteo lo empezamos en 2010, cuando se detectaron 580 cuentas; para 2011, aumentaron a más de tres mil; en 2012 se detectaron más de siete mil cuentas y, en 2013, suman más de 12 mil 300. Y solamente se iniciaron 130 averiguaciones previa por parte de la PGR. Ésta es una situación muy grave”, reconoce Montealegre Díaz.
De acuerdo al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, cada mes cien niños mexicanos son reclutados para esta actividad.
Las ciudades donde existe mayor actividad pedófila son Acapulco, Cancún, Tijuana, Guadalajara y Tapachula. Según estimaciones de la UNICEF, la pornografía infantil es uno de los negocios más lucrativos en el mundo, después del narcotráfico. Se estima que reporta una ganancia de siete mil millones de dólares anuales.
No obstante, de acuerdo con un reporte de la ECPAT, que es la Red de organizaciones trabajando para la eliminación de la explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes, no existen informes precisos sobre su extensión.
De acuerdo con los casos reportados a la prensa entre 1998 y 2000, se pudo estimar que entre 16 mil y 20 mil menores de 18 años son víctimas de explotación sexual comercial en México.
Algunas otras estimaciones hablan de que las víctimas oscilan entre los 5 mil y 80 mil.
Para algunos especialistas, como el sociólogo Jesús Quevedo de la UAM, Acapulco podría ser considerado “el Bangkok de Latinoamérica”.
“La mayoría de los turistas sexuales proceden de Estados Unidos, Inglaterra, Holanda y Alemania, y no tienen un perfil determinado ya que pueden ser desde pederastas hasta clientes ocasionales”, precisa Quevedo.
Las estadísticas de la Policía Federal, por su parte, señalan que la explotación infantil a través de internet ocupa el tercer lugar en la lista de delitos cibernéticos, sólo antecedida por los fraudes y las amenazas.
En enero de 2004 se registraron 72 mil 100 sitios de pornografía sexual infantil. No obstante, en 2006 ya existían más de cien mil sitios. Cabe mencionar que México es considerado el segundo país a nivel mundial con mayor producción de pornografía infantil.
México ratificó la Convención sobre los Derechos del Niño en 1990; en el 2000 el Convenio 182 de la OIT sobre las Peores Formas de Trabajo Infantil y en el 2002 el Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil y la utilización de niños en la pornografía. Adicionalmente, en el 2003 ratificó el Protocolo para Prevenir, Reprimir y Sancionar la Trata de Personas, Especialmente Mujeres y Niños. A nivel interamericano, México firmó en 1995 la Convención Interamericana sobre el Tráfico Internacional de Menores y la ratificó en 1996.
A pesar de que México ha convalidado diferentes instrumentos internacionales y que se han efectuado algunas reformas a su legislación federal, y otras están aún pendientes de sus trámites de aprobación final, todavía hay algunos estados que no han adecuado sus legislaciones a estos compromisos.
Este hecho representa grave dificultades. Por ejemplo, si los delitos de prostitución y pornografía infantil no están vinculados con la delincuencia organizada, es de aplicación la legislación estatal. Sólo los estados de Baja California, Jalisco, Veracruz, Tlaxcala, Chiapas y Quintana Roo castigan con cierta severas a quienes cometen estos delitos.
Sin embargo, el resto de los estados apenas los consideran como faltas a la moral. De igual manera, existen diferencias entre los estados en cuanto a la edad de consentimiento sexual, que varía entre 12 años (en nueve estados), 14 años (en dos estados), 16 años (en seis estados), 17 para hombres y 18 para mujeres (en un estado) y 18 años (en dos estados). En 25 estados de la República no procede la acción penal por abuso o violación sexual si existe matrimonio entre el agresor y la víctima, lo que evidencia el riesgo que corren.
El artículo 201, párrafo primero, del Código Penal Federal establece: “Comete el delito de corrupción, quien obligue, induzca, facilite o procure a una o varias personas menores de 18 años o a una o varias personas que no tienen capacidad para comprender el significado del hecho o a una o varias personas que no tienen capacidad para resistirlo a realizar actos de exhibicionismo corporal o sexuales simulados o no, con fin lascivo o sexual”.
“Al autor de este delito se le aplicarán de cinco a diez años de prisión y de quinientos a dos mil días de multa”. El párrafo cuarto de ese mismo artículo dispone que la pena será de siete a doce años de prisión y de 300 a 600 días de multa “cuando de la práctica reiterada de los actos de corrupción el menor o incapaz (…) se dedique a la prostitución…”. De acuerdo con el artículo 201 Bis 1, la pena se agrava cuando el delito de corrupción de menores —o de quien no tenga capacidad para comprender el resultado del hecho— o el de pornografía infantil es cometido por quien se valiese de una función pública.
El artículo 201 Bis 2 señala que las penas se aumentarán hasta una tercera parte si se comete con un menor de 16 años; y si la víctima es menor de 12 años, las penas aumentarán hasta una mitad de las sanciones.
En Acapulco, desafortunadamente, la pedofilia es un problema que existe desde hace años y, actualmente, ha sido fomentado por varios extranjeros. Uno de los casos de pedofilia más conocidos en este municipio es el del ciudadano estadunidense Robert Decker, quien después de haber tenido problemas con la justicia de su país estableció su residencia en Acapulco en 1998. Para evadir a la policía de EU decidió cambiar su nombre y hacerse llamar Roberto Campos López.
En 1999, Decker se encontró en Acapulco a un viejo conocido, el también estadounidense, Joseph Timothy Julián; cuatro años antes ambos habían estado en una cárcel de EU, los dos acusados de abuso sexual contra menores.
En ese momento, Timothy Julián manejaba una red de prostitución infantil en Estados Unidos e invitó a Decker a formar parte su organización. Le dijo que estaba interesado en abrir un centro de explotación sexual infantil en Acapulco y le ofreció pagarle un buen salario a cambio de su ayuda. El resultado fue La Esperanza, una supuesta casa de asistencia en donde se abusaba sexualmente de los menores.
Fuente: Excélsior. (Por Rolando Aguilar, Pedro Tonantzin y Miguel García Tinoco)