Angélica Campillo
Urenda Queletzu Navarro Sánchez, titular de la Defensoría de Derechos Universitarios de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), dio a conocer que de enero a mayo del presente año se han recibido 28 quejas por violencia de género, hostigamiento y acoso sexual, las cuales son investigadas.
A pesar de haber sido el año en el que inició la pandemia por covid-19, en el 2020 hubo 17 quejas por violencia de género, hostigamiento y acoso sexual en la UASLP; en el 2021, cuando había clases híbridas y posteriormente se dio el regreso a las actividades presenciales, se reportaron 38 quejas por este motivo.
De los 38 casos de violencia de género registrados en 2021, para diciembre de ese año se había cerrado la mitad con mecanismos internos de la Defensoría, como apercibimiento, destitución temporal de cargos y comisiones o amonestación; los restantes están en tiempo procesal, para los cuales se tienen hasta ocho meses para substanciar la investigación.
De acuerdo con Navarro Sánchez, los casos de violencia de género se dan entre pares, es decir, de compañeros hombres hacia compañeras mujeres.
En ese sentido, indicó que derivado de la pandemia por covid-19 se han registrado nuevas formas de violencia hacia las mujeres, como por ejemplo la violencia digital, que ocurre cuando las jóvenes que tienen alguna relación o algún tipo de acuerdo con el compañero o novio, también alumno de la Universidad, le transfieren imágenes con contenido sexual o erótico, conocido como “packs”, en un ámbito de confianza.
La funcionaria de la UASLP aclaró que no se criminaliza el ejercicio de la sexualidad, sino lo que se persigue es que se rompa ese consentimiento y se transfiera a un tercero; la Universidad cuenta con alrededor de cinco quejas en lo que va de 2022 por la difusión de estas imágenes en un canal de la aplicación móvil Telegram.
Apuntó que la violencia de género también se da de profesor hacia alumna en distintas modalidades, como a través de comentarios no deseados o acercamientos llamados proxemia, pero no constituyen acoso u hostigamiento.
Navarro Sánchez indicó que cuando la Defensoría está en la etapa de investigación y se le notifica a la contraparte que es señalado, es decir, a los profesores, estos recurren al amparo para buscar que la justicia federal detenga la investigación o la resolución, pero el problema de ello es que los procedimientos se alargan durante meses, y no se puede avanzar.