Puebla, México (09 de agosto de 2016).- La lluvia no cesaba. En unas cuantas horas cayó el agua de un mes y la familia Pérez sintió miedo. Los adultos decidieron cargar a los niños y reunirse en la casa del abuelo. Pensaban que era el lugar más seguro, pero ahí los sepultó la tormenta tropical Earl.
Eran cerca de las 11 de la noche del sábado en un lugar a unos 40 minutos de la cabecera municipal en auto.
“En cinco minutos se acabó mi familia. Se fue la luz y se fue todo, nadie se lo esperaba, haga de cuenta que a una veladora le prenden lumbre y empieza a escurrir, así se vino el cerro. No tenemos nada”, reclama Ramiro Pérez Francisco, tío de los muertos.
Es la peor tragedia para una familia de la comunidad de Xaltepec, municipio de Huauchinango. Uno de los cerros se desgajó y se llevó varios vehículos, que fueron proyectados contra las casas y provocaron su derrumbe.
Todos se apresuraron a subir al segundo nivel y se amontonaron en una habitación que minutos después fue su sepultura. Ninguno pudo hacer nada, sólo gritar y esperar.
Nadie se imaginaba la magnitud de la desgracia, las autoridades estatales reportaron unos 200 damnificados.
“Ellos ya están muertos, pero nuestras familias, las que están a salvo…. ni dónde refugiarse, no hay ropa, no hay agua, no tenemos papeles, ¿quién nos va ayudar con esto?”, cuestiona Ramiro.
Fuente: El Universal.