En busca del Garrafón Perdido

Por Antonio González Vázquez

En busca de la tierra prometida, allá donde dicen que falta poco para que caiga maná del cielo.

Anda con paso seguro y firme, algo le dice que está muy cerca, que casi puede tocar la felicidad, fruto de los atentos saludos del único que se preocupa y ocupa de los que menos tienen, de los sin casa, de los olvidados, de las viudas y los huérfanos pasando por los niños y los viejitos.

No anda tan perdido, ya va por la Plaza de los Fundadores y está ya cerca el Palacio Municipal, desde donde se da y regala a manos llenas. El de la imagen va por su agua y sus libretas.

Mochila en la espalda y garrafón de agua en la diestra, camina con ferviente anhelo con rumbo al palacio, tal vez arde en deseos de conocer y estrechar la mano bienhechora que a toda hora no hace más que servir desinteresadamente a su gente. El garrafón para que de paso se lo llenen de agua purificada, inmaculada  y libre de pecado.

Va por la plaza y al fondo el Edificio Central de la Universidad, mismo que si dios quiere, pronto vamos a pintar de amarillo dado el exitazo que ha resultado el Programa Pintando sin Broncas. De lo que se trata, es que la gente buena, mi gente, vivan bien, que vean que tiene un gobierno siempre atento a sus anhelos, sueños, quereres y peticiones. Que quiere un garrafón de agua, que quiere unas tortillas, que quiere un bono de apoyo, que quiere un festival para pasarla bien, ahí lo tiene, eso y más. Insisto, lo que mi gente diga y ordene.

Que si es necesario que abramos una embotelladora, potabilizadora, surtidora, abastecedora de agua casi regalada en Fundadores o en Plaza de Armas, como gusten y manden, la abrimos porque lo importante es atender la sed de los sedientos.

Que si ya los adultos se agandallaron las mochilas de los pollitos a la escuela, pues no hay problemas, podemos empezar con el programa de los pollos al jale, los pollos a la obra, los pollos a la chamba y podemos repartir 100 o 200 mil mochilas, las que se necesiten; las podemos repartir a discreción día con día y colonia por colonia.

De hecho no estaría nada mal. La imagen lo dice todo. Esta listo para enfrentar cualquier reto, cualquier complicación de la vida. Es como el soldado que va a la guerra, bien aprovisionado y equipado.

Hasta tierno, dulce y cool, va vestido todo gallardo; con mochila y garrafón en mano, es decir, ese apoyo sí se ve. Que digan y blasfemen los emisarios del pasado, los enemigos del pueblo, los que quieren ver al pueblo sufrir eternamente. El amarillo va y va rebien o mejor, requetebién, por eso, se repartirá todo lo que se tenga que repartir y se apoyará a todos los que se tenga que apoyar. Que unos utensilios, que unos electrodomésticos, que unos tomates o aguacates, que unas despensas, que unos apoyos económicos, van, todo-todo-todo para los que menos tienen y con mayor razón, para los que nunca han tenido nada salvo la indiferencia de otros gobiernos.

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