En la UASLP soplan vientos de cambio

Alejandro Rubín de Celis

Quedó conjurada la amenaza de una nueva imposición en la rectoría de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP). Ahora soplan vientos nuevos, vientos de cambio pero con enormes desafíos para el nuevo rector, Alejandro Zermeño Guerra

El factor para evitar la imposición y el continuismo se llama Anuar Kasis Ariceaga, quien, sabedor de que la candidata favorita del rector era la secretaria académica, Dolores Lastras, renunció de último momento a la Secretaría General de la Universidad para postularse a la rectoría, y sus votos, finalmente, contribuyeron a la victoria del doctor Zermeño.

El trascendental acontecimiento para la vida universitaria registrado este 1 de abril ꟷinesperado por su resultado para muchosꟷ debe ser el inicio de una nueva era en la que la elección de rector sea eso, una elección, auténtica, abierta y democrática, con candidatos que se postulen libremente y sin amenazas, basada en el conocimiento de las propuestas de los aspirantes por parte de los miembros del Consejo Directivo Universitario (CDU) y discutidas en distintos espacios universitarios, y no un simulacro en el que la decisión la toma una sola persona. 

El doctor Alejandro Zermeño tiene enormes desafíos particularmente en dos campos: el académico y científico, y en el de las malas prácticas que han mermado la imagen de la máxima casa de estudios en el estado. 

En el primer caso, el reto es adaptar los programas académicos y de investigación de la UASLP a los vertiginosos cambios de un entorno globalizado, con una actitud proactiva e innovadora, y vincularlos más a la solución de los grandes problemas que enfrentan las sociedades, en primer término la de San Luis Potosí. 

En el segundo caso, como una organización donde participan miles de personas con distintos intereses ꟷno sólo universitariosꟷ, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí no está exenta de grupos y personas que buscan mantener privilegios y abusar de su poder. Para ello se valen del tráfico de influencias, la complicidad, el encubrimiento y la opacidad que mucho daño le han hecho a la institución durante décadas y que el nuevo rector deberá combatir con toda la legitimidad que le da el cargo y los instrumentos legales que tenga a su alcance o aquellos que tenga que crear para ese propósito.      

Hay tres problemas estructurales que salieron a flote durante la gestión de Manuel Villar Rubio como rector ꟷpor supuesto no son los únicosꟷ y que es necesario atender de manera inmediata: el acoso, hostigamiento y abuso sexual, académico y laboral ꟷ difundidos en meses recientes gracias al valor de alumnas y al menos de una profesora que han denunciado en muros y tendederos o de manera personal a los acosadores o abusadoresꟷ, la falta de transparencia y el nepotismo.    

Como una señal inequívoca de que los tiene claramente identificados, el doctor Zermeño ha propuesto en su plan de trabajo medidas para combatirlos: “Cero tolerancia” al acoso, hostigamiento y abuso sexual, laboral y académico mediante el fortalecimiento de la oficina de derechos humanos universitarios, privilegiando la equidad de género y “favoreciendo la protección de la posible víctima desde el primer momento, no exponiéndola por ningún motivo a la re-victimización”. 

Anuncia que propondrá que el hostigamiento, acoso y abuso, “sean consideradas faltas graves y ameriten la máxima sanción”, y también ofrece “certeza de imparcialidad y justicia” para los presuntos agresores. 

Sin embargo, una de las primeras tareas que deberá llevar a cabo es atender y resolver a la brevedad los casos de abuso, hostigamiento  y acoso que ya se han hecho públicos o que se han presentado ante las instancias competentes dentro de la institución, y que tienen a una parte de la comunidad universitaria, principalmente a las mujeres, sumamente indignada por la falta de acciones contundentes de parte de las autoridades universitarias para frenar el problema y que se haga justicia.   

Frente a los actos de nepotismo y tráfico de influencias empleados por Villar Rubio para  favorecer a sus hijas y yernos ꟷampliamente documentados por Astrolabio Diario Digitalꟷ,  Zermeño Guerra ha dejado en claro que ni su esposa ni sus hijos son trabajadores de la UASLP y que no recibirán remuneración alguna durante su mandato como rector. Únicamente pedirá a su esposa, la doctora Patricia Elena Arce Villalobos, que participe en el voluntariado de la universidad con carácter honorario y sin recibir sueldo. 

Sería deseable que el nuevo rector revise casos de nepotismo del pasado y en su caso los sancione ꟷsi las normas internas lo permitenꟷ y que a través de las áreas correspondientes vigile y evite que, en adelante, otros funcionarios universitarios incurran en esta deleznable práctica que quita oportunidades a los más competentes y mejores condiciones para la Universidad en los contratos de productos y servicios.  

En materia de transparencia ꟷque fue una de las grandes ausentes durante la gestión de Villar Rubio, especialmente cuando se solicitó información sobre negocios y cargos universitarios otorgados a sus familiaresꟷ el todavía director de la Facultad de Medicina reconoce la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas, y se compromete a impulsarlas. 

Esto dijo en entrevista con Astrolabio: “Yo siento que la Universidad debe de ser un ejemplo de transparencia, absoluto ejemplo de transparencia, y cuando las cosas se hacen correctamente, cuando las licitaciones son públicas, son correctas, cumplen todos los requisitos, cuando los sueldos son justos y están ganados decentemente, yo creo que no hay ninguna limitación para ser transparente. Yo creo que al estar manejando un presupuesto público tenemos la obligación de ser cien por ciento transparentes”.

A juzgar por su currículum y por las buenas referencias que han dado de Alejandro Zermeño  conspicuos universitarios como la Maestra Luz María Nieto Caraveo, ex secretaria académica de la UASLP, acerca de su capacidad, profesionalismo y compromiso social, es de esperarse que durante su rectorado ꟷy más si es reelecto en 2024ꟷ haya un cambio significativo en los procesos de elección de autoridades universitarias ꟷcomenzando por el rectorꟷ, en el mejoramiento académico en sus distintas vertientes y modalidades, y en la necesaria transparencia y rendición de cuentas que la Universidad le debe ofrecer a la sociedad.       

La profundidad de esos cambios dependerá de diversos factores, entre los que estarán presentes vencer resistencias y acabar con privilegios indebidos y abusos de poder, y, quizá lo más importante, la auténtica voluntad de transformación de la comunidad universitaria en su conjunto.

En la Universidad Autónoma de San Luis Potosí soplan vientos de cambio. Esperamos que el nuevo capitán los aproveche para llevar el barco a buen puerto.

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