Por: Antonio González Vázquez.
Son dos Jefes, son poderosos e influyentes. Son Jefes y sus subalternos les deben disciplina y hasta lealtad. Son Jefes temidos y al mismo tiempo venerados, mandan sobre muchos y su palabra suele ser orden. Dos Jefes de Clan o de Institución, da lo mismo, pueden ser temibles y a pocos les gustaría tenerlos entre sus enemistades puesto que sus sentencias pueden llegar a ser desastrosas tanto para el cuerpo como para el espíritu. De uno de los Jefes no hay duda de quien se trata: es el Arzobispo Jesús Carlos Cabrero y si alguien no lo pudiera reconocer por su rostro, para eso lleva su vestimenta de cura y eso lo hace visible hasta para quienes no quieren ver, pero hay que admitir que cualquiera que viera esta imagen se preguntaría con cierta razón “¿Quién está junto al arzobispo?”. ¿Acaso será un paisano, un devoto de la virgen María, un feligrés de la Catedral, un pecador arrepentido o un obsequioso donante de pingües obsequios para la iglesia?. El Arzobispo no reniega de su ser y se muestra como lo que es, como un sacerdote, pero a su lado está alguien que a primera vista quien no lea algún periódico o vea un noticiero en la televisión difícilmente lo podrá reconocer, pues como decíamos, también es Jefe y de los pesados, de hecho, tiene a su mando al aparato coercitivo del estado. Que no aparezca uniformado es incidental, tal vez sea que el uniforme esté ya suficientemente desprestigiado, que atemorice pero no provoque respeto. Puede ser eso, que el uniforme ha venido perdiendo confianza, credibilidad y por eso es mejor, dejarlo descansar unos días, sobre todo, cuando se tienen visitas tan consideradas como la del Jefe de la Iglesia Católica Potosina. Puestos a ver la imagen, uno no puede dejar de preguntarse si es necesario confiar en gente como ellos: uno te puede enviar al infierno y el otro te puede mandar a la cárcel previa calentada de rigor. Para dilucidar esto de en cuál de los dos confiar, nos remitimos a la más reciente medición de confianza de los ciudadanos por parte de la empresa Parametría. Esto nos puede dar luz en torno a la duda sobre en cual de los dos confiar, en el sacerdote o en la persona que está a su lado. El sondeo Confianza en las Instituciones dice que el 72 por ciento de los mexicanos tiene confianza en la iglesia y que el 65 por ciento confía en los sacerdotes, lo cual implica que el Arzobispo Cabrero ya la libró. Pero del otro lado, opuestos a ver quien es el de la foto, hemos confirmado que se trata ni más ni menos que del general retirado Arturo Gutiérrez García, es decir, el Secretario de Seguridad Pública. Veamos que dice la encuesta Confianza en las Instituciones acerca de los policías. Vaya, pues nada que, el 73 por ciento de los mexicanos desconfía de la policía estatal. Pero eso es lo de menos, lo realmente importante es que la foto salió muy bonita y que es una prueba contundente de que el Secretario Gutiérrez cumple a cabalidad las órdenes de su gobernador, quien le dio instrucciones precisas, muy precisas, exactas y claras de “sumar voces y esfuerzos a favor de la paz”. Amén.
