En San Luis no pasa nada

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Por: Antonio González Vázquez.

 

“En San Luis Potosí no pasa nada”…es una frase que forma parte de una campaña de publicidad de AEROMEXICO. Está en video y también en formato de publinoticia y se puede consultar en esta dirección electrónica: http://aeromexico.com/es/vuelos/somos-diferentes/descubre-san-luis-potosi/?site=mx. El video se difunde en la televisión e intenta incentivar a la comunidad global a visitar San Luis porque, por ejemplo, en Monterrey solo hay fábricas. Con gran agudeza, el video invita a volar y viajar. “En San Luis Potosí no pasa nada” escupe el video mientras trascurren unos cuantos segundos con tres momentos en imágenes de una gran fiesta en un antro. Un discjockey, luces, rayos láser, música bailable y las hordas de jóvenes divirtiéndose de lo lindo, como si el mundo se fuera a acabar apenas concluida la noche. Esa pachanga monumental es la respuesta al no pasa nada. Es decir, puede ser que no se hable mucho de San Luis pero lo cierto es que pasan muchas cosas y un botón de muestra es la excitante noche de antro. Bien visto, eso es del todo cierto, pero vale además agregar que eso de que “En San Luis no pasa nada” va más allá de la fiesta. Y de hecho, pasan más cosas de las que quisiéramos que pasaran. En San Luis han pasado y pasan muchas cosas, siempre pasa algo, a veces anodino, frívolo o hasta escandaloso, pero a diario hay algo que pasa y de lo cual, sinceramente no tendríamos porque sentirnos orgullosos. De hecho, San Luis es la antítesis del no pasa nada. Pasa de todo, el problema es que no se haga nada para que algunas de esas cosas ya no pasen. Por esta ciudad de los baches pasaron sujetos corruptos y corruptores que saquearon las haciendas públicas, la del municipio y la del gobierno. En efecto, pasa la corrupción, nos visita, les abrimos la puerta, nos despojan y luego les aplaudimos. La familia Toranzo-Ramos enlodó la función pública y hacíamos como que no pasaba nada. Se enriquecieron y crearon millonarios entre sus lacayos y como si en San Luis no pasara nada. El clan Labastida elevó a nivel del séptimo arte a la mafia municipal y por cada obra o programa, la mitad a la bolsa y aun con eso, como si no pasara nada. No se sabe dónde fueron a parar cientos de millones de pesos y luego Mario García hizo que no pasaba nada. Olímpico desprecio a las leyes y a la sociedad, ver el robo y voltear la mirada a otro lado. Dicen que no pasa nada y eso nos debe llevar a risa, puesto que el ex gobernador Marcelo de los Santos debe estar hilarante tras el manto de impunidad que le tendieron en el San Luis donde no pasa nada, ni siquiera cuando se evaporan mil 500 millones de pesos. Y tan no pasa nada, que un priísta cuenta chanzas le puede decir pendejo a su candidato a gobernador y éste ni se ofenderá porque creerá que desde el momento que se hizo gobernador lo pendejo se le quitó. De plano, visto así, pareciera que es cierto, que en San Luis no pasa nada. No está de más, en ese sentido, recordar que en efecto, no pasa nada, sino ahí está el compromiso presidencial de rescatar con obras el centro histórico que, al momento, más pareciera campo de guerra que zona de turismo, o el otro dizque compromiso firmado de la modernización fracasada del periférico o, mejor aún, la entrega de toneladas de tortillas para la compra anticipada de votos y nadie dice nada porque a eso se le llama En San Luis no pasa nada”. De eso están felices los diputados, los magistrados, los jueces, los dueños de medios, los empresarios, los especuladores de la tierra, los abogados chicaneros y voraces, los policías y políticos corruptos, los alcaldes tan ignorantes como creídos, los virreyes y también el rector de la pseudoexcelencia. Son muchos los que festejan que en San Luis Potosí no pasa nada. Es simplemente, su paraíso, ese rato de ocio que AEROMEXICO nos muestra en una noche de antro.

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