María Ruiz
Depresión, ansiedad e insomnio son algunas de las patologías mentales que padecen la mayoría de las y los empleados potosinos, de acuerdo con Mauricio Torres Vidales, médico general e integrante del área de residencias de psiquiatría de la Clínica Psiquiátrica “Dr. Everardo Neumann Peña”.
El médico explicó que el trabajador promedio mexicano presenta afectaciones en su salud mental debido a la carga de trabajo y situaciones de estrés laboral.
“El trabajador se ve muy afectado en su salud mental y podemos ver crisis emocionales como lo es el burnout, que es un estado de estrés superior que llega a convertirse en una crisis; le llamamos también el trabajador quemado”.
El médico señaló que estas crisis también suelen ser el resultado del desgaste laboral, el exceso de horas trabajadas, la cantidad de trabajo e incluso un ambiente laboral nocivo.
“La calidad de vida de los pacientes se va mermando, por las largas horas de trabajo, el no dormir, incluso la mala alimentación, que a su vez causan problemas metabólicos y estos al mismo tiempo están relacionados con algunos estragos de la salud mental”.
Torres Vidales también subrayó que, debido a este contexto, es necesario que tanto los empleadores como los empleados den seguimiento y recurran a un apoyo, ya sea psiquiátrico y psicológico, para atender y sobrellevar estas patologías mentales.
“Lamentablemente en México, en la mayoría de los trabajos, existe la cultura del ‘échale ganas’, del ‘tú puedes a pesar de que duela’, y son los empleadores que suelen obligar a sus trabajadores a seguir, a ser explotados pese a las condiciones emocionales que enfrentan, y eso debe cambiar”.
El experto remarcó que es esencial que las y los trabajadores, ante cualquier señal de depresión, ansiedad, u otro tipo de trastorno, acudan con un especialista y reciban el acompañamiento necesario para evitar a futuro complicaciones en su salud mental.
“Hay que entender que los trabajadores no solo tienen una responsabilidad en sus espacios de trabajo, también tienen la carga de llevar una casa, atender a una familia, y estos estragos en su salud mental también repercuten en su vida diaria y a su vez afectan a quienes les rodean”.
Por último, el especialista remarcó que en el 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció que para 2023 la afecciones a la salud mental como lo es la depresión, serían consideradas una discapacidad.
En el entendido de que una persona que enfrenta estragos a su salud mental no puede rendir al 100 por ciento en sus actividades laborales, pues presentará ausencias y crisis que, a niveles de producción, le costarán al sector empresarial una gran pérdida de dinero.
“Urgen hacer cambios en las empresas, con los patrones, los dueños y empleadores, y a este contexto se suma una condición que preocupa mucho a las y los trabajadores que es la Inteligencia Artificial, un elemento que suma estrés a su carga de trabajo al querer igualarse a una máquina”, finalizó.