En SLP no hay condiciones de acceso al empleo para las reclusas

Angélica Campillo

En aproximadamente 15 días, la organización Nueva Luna, en conjunto con la Secretaría de Seguridad Pública del Estado de San Luis Potosí, presentará el diagnóstico sobre reinserción laboral de las mujeres privadas de su libertad en la entidad potosina, denominado Empoderar para Liberar, el cual tiene por objetivo llevar a cabo un nuevo modelo para que las reclusas se capaciten y no se les dificulte incorporarse a la vida laboral una vez que obtengan su libertad.

Entrevistada al respecto, Marcela García Vázquez, presidenta de Nueva Luna, refirió que, el año pasado, Rise Up, en convenio con Cummins, lanzó una convocatoria para que organizaciones de la sociedad civil participaran en proyectos para el empoderamiento de las mujeres y las niñas. En ese sentido, la asociación que representa decidió participar al dar cuenta de que en el penal de La Pila, particularmente, hay un informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de 2013 y 2015 donde se señala que no hay condiciones de acceso al empleo que les permita a las reclusas tener un ingreso para solventar sus gastos, “entonces este derecho no está siendo garantizado en la penitenciaría de La Pila… Tenemos años trabajando ahí y sabemos que el sistema no funciona para reinserción social, tiene muchas debilidades, pero nos enfocamos a la parte laboral”.

Manifestó que, una vez que presentaron el proyecto de un nuevo modelo de reinserción social y les fue aceptado, les entregaron un financiamiento para llevarlo a cabo, por lo que en julio del año pasado lo iniciaron, implementando estrategias de incidencia política, además de establecer los puentes de comunicación con la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, el Instituto de las Mujeres del Estado de San Luis Potosí, la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la Secretaría del Trabajo, con el fin de tener un entendimiento.

La activista explicó que, primero, realizaron un foro de consulta con mujeres egresadas de los penales para que contaran su experiencia, mismas que no logran insertarse porque están estigmatizadas y no cuentan con las habilidades ni conocimientos para el trabajo. Posteriormente, llevaron a cabo un foro con familias, donde algunas se quejaron y otras hablaron sobre lo doloroso que resulta vivir en la condición en la que están las reclusas, ya que se quedaron al cuidado de los hijos de éstas, con deudas y con toda la responsabilidad de la mujer que está en prisión. Indicó que, luego de ello, hicieron seis foros de consulta con mujeres privadas de su libertad, de los seis reclusorios del estado, para conocer las condiciones en las que se encuentran y cómo obtienen dinero para solventar sus gastos, porque adentro únicamente les proporcionan la comida y dónde dormir, pero todos los demás artículos personales corren por su cuenta, y si bien a algunas de ellas sus familiares se los proporcionan, hay otras a las que nadie visita.

Comentó que, además de ello, les consultaron sobre las actividades que les gusta hacer y sus habilidades, porque el sistema les lleva talleres que no les sirven y no funcionan para cuando salen, además de ser una situación que no les permite crecer ni contribuir con su familia.   

Refirió que, una vez finalizados los foros, la organización y la Secretaría de Seguridad Pública se encuentran afinando los detalles para este nuevo modelo, el cual debe incluir, para que sea apegado a los derechos humanos y género, a las mujeres privadas de su libertad, así como la participación de las familias que son las afectadas directamente.

Adelantó que en un periodo de 15 días, en conjunto con la Secretaría de Seguridad Pública, se estará presentando un diagnóstico y luego se integrará un grupo interdisciplinario con las demás instituciones señaladas y con las mujeres que ya obtuvieron su libertad, para diseñar el tipo de modelo que debe de contemplar desarrollar habilidades para la vida como relaciones públicas, comercialización, manejo de finanzas personales, comunicación efectiva, manejo de emociones y la técnica que tengan que aprender para trabajar: “a lo que se le apuesta, por lo que hemos visto, es que tenemos que hacer un modelo de autoempleo, que ellas ya estén produciendo desde adentro, sin que tengamos que caer en lo que comúnmente de hace”, resaltó.

Dio a conocer que en la actualidad hay una empresa que emplea a algunas reclusas del penal de La Pila, quienes laboran de domingo a domingo, pero les pagan salarios muy bajos y no tienen seguro social, además de que hay otras mujeres que se dedican a elaborar artesanías pero comprar el material les sale muy caro y no tienen dónde vender los productos; añadió que su única oportunidad de comercializarlos es con quienes acuden a visitar a las demás personas privadas de su libertad, pero sus ganancias fijas no pasan de 200 pesos al mes.

Añadió que, una vez elaborado el diagnóstico, se realizará todo un programa multidisciplinario en el que las 103 mujeres que en la actualidad están recluidas en los seis penales del estado, de las cuales 90 por ciento son madres y de éstas 60 por ciento son cabeza de familia, tengan capacitación para el trabajo, aunado al desarrollo de otras habilidades para poder hablar, administrar, hacer negocios, entre otras, para que cuando salgan tengan más oportunidades de reinsertarse. Finalmente, expuso que ellas mismas administrarán su dinero y se buscará un mecanismo para que envíen los recursos a sus familiares, que podría ser a través de una tarjeta bancaria.

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