Caracas, Venezuela (03 de junio de 2016).- Las fuerzas de seguridad venezolanas lanzaron gases para detener el paso de cientos de manifestantes que protestaban por la escasez de alimentos al grito de “queremos comida”, cerca del palacio presidencial.
Granaderos impidieron que los manifestantes, que reclamaban por las fallas en la distribución de alimentos en supermercados, se mantuvieran en la avenida que conduce al Palacio de Miraflores, una zona pro oficialista.
Mientras la gente reclamaba en las calles, se inició una marcha de indígenas que fue recibida el martes en Miraflores por Nicolás Maduro, cuya popularidad está en mínimos por la grave situación del País, que enfrenta una inflación de tres dígitos, recesión económica y escasez de bienes de 1ª necesidad.
La repentina protesta, inusual en la zona por la fuerte presencia de seguridad, ocurrió luego que centenares de personas, que aguardaban por largas horas en enormes filas frente a tiendas, no pudieron conseguir productos.
“Estoy aquí desde las 8 am. No hay más comida en los abastos y supermercados”, dijo una ama de casa. “Estamos pasando hambre, estamos cansados”.
Varios periodistas denunciaron que, en medio de la caótica protesta donde los manifestantes gritaban “queremos comida”, grupos se acercaron al lugar y les quitaron a mano armada sus celulares y cámaras.
Culpan a la oposición.
El edil de la zona, Jorge Rodríguez, responsabilizó a grupos de oposición por los hechos violentos en el centro de Caracas y afirmó que la situación había sido controlada.
El gobierno de Maduro denunció ser víctima de una “guerra económica” de opositores y empresarios para reducir el suministro de productos básicos y así incrementar el descontento de la población, con el fin de desbancarlo.
Mientras que la oposición niega las acusaciones y acusa a Maduro de ser el principal responsable del caos económico que azota al País, que se ha agudizado por el derrumbe de los petroprecios.
“Sabemos que este mes ha sido el mes más bajo en oferta de productos y por eso angustia”, admitió el vicepresidente económico, Miguel Pérez.
Fuente: Vanguardia.
