Texto y fotografías de María Ruiz
La ciudad despertó con un palpable aire de expectación este 2 de junio. Las mil 128 casillas destinadas por el Instituto Nacional Electoral (INE) en la capital se comenzaron a instalar a partir de las 7:30 de la mañana como pequeños refugios democráticos, y en algunas colonias, escuelas y estacionamientos, se alinearon, listas para recibir a los votantes.
Sin embargo, detrás de la fachada de entusiasmo y deber cívico, se escondían algunos contrastes que marcan esta jornada electoral.
El desafío de la organización
Los funcionarios de casilla, nerviosos pero comprometidos, se prepararon para un día histórico. Las casillas básicas, contiguas, extraordinarias y especiales se ensamblaron como piezas de un rompecabezas.
Pero, tras bastidores: los retrasos y la lentitud en la aplicación del protocolo dejaron entrever las dificultades. Funcionarios que no llegaban a tiempo, comunicación deficiente con los presidentes, secretarios y escrutadores, y al mismo tiempo, la urgencia de organizar el mobiliario. Pese a ello, el entusiasmo persistía.
Como presidente de la casilla de la sección 928, Juan José Rodríguez destacó la importancia del trabajo colaborativo y la responsabilidad ciudadana en esta elección.
“Desde las 7:30 de la mañana hasta las 6 de la tarde, estaremos atendiendo a los votantes y esperamos una alta participación ciudadana”.
La diversidad de los votantes
En la calle Xicoténcatl, del Barrio de San Miguelito, la población adulta mayor predominaba. Los jóvenes, en cambio, enfrentaron desafíos. Algunos, confundidos, olvidaron sus credenciales para votar en casa. La tensión de llegar a tiempo los presionó. Así, la jornada electoral comenzó con una mezcla de compostura y desconcierto.
El telón de fondo: reelecciones y protagonismos
Muchos de los votantes, con voz baja, comentaron en las filas que las campañas habían sido ríspidas y tensas. Que habría sido una temporada de posturas mediáticas que buscaban la confrontación, mientras otros candidatos anhelaban ser protagonistas. Otros criticaban la reelección de algunos y cómo su voto estaba en juego.
El tesoro democrático
A pesar de los claroscuros, la ciudad y sus casillas esperaban la participación de un millón 271 mil 336 pobladores registrados ante el INE.
Cada voto representa la construcción de un futuro más justo; esta mañana se convirtió en un escenario de democracia en acción. Las casillas abrieron sus puertas, y los votantes llevaron consigo la esperanza de un país mejor.
En esta jornada electoral, los idealistas y racionales se entrelazaron con la determinación de mejorar su calidad de vida como ciudadanos, aunque cada quien por su lado. La democracia, imperfecta pero vital, sigue su curso…
Votando lejos de casa en la Terminal Terrestre Potosina
En medio del ajetreo y bullicio característico de la Terminal Terrestre Potosina, este 2 de junio una casilla electoral se erigió ofreciendo a los foráneos de paso en la capital la oportunidad de participar en el ejercicio democrático.
Viajeros de Coahuila, Monterrey y los pintorescos municipios de la Huasteca potosina fueron los pioneros en ejercer su voto, cada uno aportando una perspectiva única forjada por su ciudad de origen.
La emoción y el compromiso se palpaban en el ambiente, colmando de vitalidad un lugar que usualmente ve pasar rostros de prisa y destinos inciertos.
Ahí, los votantes expresaban su agradecimiento por la oportunidad de participar en una elección que, a pesar de la distancia, no podían dejar pasar.
“Es crucial que vengamos a dejar nuestra huella en esta elección histórica, aunque estemos lejos de casa”, afirmaba un viajero con determinación en sus ojos.
Por otro lado, la perspectiva de una posible mandataria mayor marcó un hito en las conversaciones. Ciudadanos acostumbrados a otras realidades políticas resaltaban la importancia de estas elecciones, donde la voz de la mujer resonaba con fuerza.
Raquel Ontiveros, quien ha participado en múltiples procesos electorales, enfatizaba la singularidad y trascendencia del momento, instando a sus compatriotas a ejercer su derecho con convicción sin importar la preferencia.
En la Terminal Terrestre Potosina, lejos de sus hogares pero cerca de su compromiso cívico, los viajeros escribían un capítulo especial en la historia electoral, tejiendo una red de diversidad y esperanza en este día memorable.
