Es bien sabido que la cultura mexicana abarca aspectos que hoy en día se siguen conservando y haciendo a México un país único y muy rico. Y de una manera especial, esas historias ficticias o reales-modificadas que han pasado de boca en boca a través de generaciones, forman parte importante de esa esencia cultural. En este artículo te presentamos cuatro de ellas.
El Baca.
El Baca es uno de los demonios más famosos en la cultura mexicana; esta criatura se disfraza de sombra y asusta, ataca y hasta asesina a quienes osen entrar a la propiedad que él está protegiendo.
Los hacendados o dueños de fincas tienden a hacer pacto con este demonio para que les proteja sus tierras de cualquier invasor. Así, todas las noches se escuchan ruidos infernales y nadie que quiera permanecer con vida puede pasar cerca del terreno que protege el Baca, pues será atacado sin piedad, aunque la persona no tenga intención de entrar en la finca.
El carro de las brujas.
En la carretera que une el Distrito Federal con Cuernavaca, algunos desafortunados han visto el carro de las brujas. Este es un carro color rojo, manejado por un grupo de hermosas mujeres que invitan y seducen al hombre a subir junto a ellas.
Si un hombre no resiste la tentación y acepta acompañar a las hermosas brujas, estará escribiendo su triste final. Dice la leyenda que el cuerpo sin vida del hombre aparecerá días después con signos de haber sido torturado y utilizado para algún ritual satánico.
La penitente.
Cuenta la leyenda que esta anciana suele montarse en los autos de incautos taxistas para expiar todos sus pecados. Se dice que una señora mayor se sube a un taxi y le indica al chofer realizar un intrincado recorrido por las calles de la ciudad en busca de las principales Iglesias.
En cada una de ellas, la mujer desciende y luego ingresa al taxi con los ojos llenos de lágrimas, rezando una oración. Finalmente, llegan a la casa de la anciana, ésta se baja para buscar el dinero, pero al tardar, el taxista molesto toca la puerta del sitio y descubre con sorpresa que la persona que describe, murió hace varios años. Con terror acepta que a quien llevó todo el tiempo en el asiento trasero, era el espíritu de la penitente.
Con variantes, esta leyenda está presente en diversos de México. ¿Cuál es la versión que tú conoces?
El Charro negro.
En los pueblos del sur del país, ronda montada a caballo un alma en pena: el Charro Negro, quien vaga por los oscuros pasos y carreteras, deseoso de cruzarse con algún despistado viajero ante el cuál aparecerse.
Muchos aseguran que el Charro Negro, tras aparecerse, tiene una actitud amistosa, confiada. Se ofrece a acompañar al viajero durante su camino, eso siempre y cuando no haya una Iglesia en su recorrido; en este caso, el Charro se despide con cortesía y desaparece en la oscuridad. Otras versiones, algo más siniestras de esta leyenda, relatan que el Charro Negro invita al viajero a subir a la grupa de su caballo. Si acepta, el caballo empieza a galopar y no se vuelve a saber del viajero nunca más.
