Escuela de Exorcismo en Buenos Aires

 

Argentina (13 de diciembre de 2016).- El obispo luterano Manuel Acuña, de 54 años, atiende el teléfono, minutos después de estar con una joven que fue presa de una posesión diabólica. Hasta el 2015, el padre argentino había realizado mil 200 exorcismos y los dejó de contar, porque, tras publicar un libro sobre el tema (Ritual de Exorcismos), el número de personas que llegaron a su puerta solicitando sus servicios se volvió infinito.

“Hay un tema tabú y no es la muerte, el tema tabú es el Diablo. El Diablo no es una entelequia, no es una idea, el Diablo es una personalidad, es un ser inteligente y con conciencia, que busca la destrucción del hombre, la enfermedad, el daño, a partir de ahí su tarea va a ser consecuente. Hoy, en Argentina, tenemos un tremendo orgullo, hay sicólogos y siquiatras que derivan pacientes a nuestra iglesia, puesto que interpretan que su caso no es siquiátrico, sino espiritual. Esto para nosotros es un cambio muy grande. No hay una rivalidad entre la ciencia y la fe, se pueden complementar”, dice el obispo luterano.

En la parroquia El Buen Pastor, que está a 23 kilómetros de la capital de Buenos Aires, Argentina, está el refugio del padre Manuel Acuña. Ahí recibe, aproximadamente a 200 feligreses por día. De los 79 millones que aglomera la iglesia luterana, capacita a los interesados en el exorcismo y también atiende a las personas que lo buscan para desbaratar una posesión diabólica. Dice.

“Hay una proceso. Una persona llega acá y le platico cuál es el tratamiento que se le aplica. Primero se le hace un cuestionario, que sirve de historia clínica, ahí hay preguntas que los profesionales como sicólogos o siquiatras ya han evaluado. Se le preguntan antecedentes de la familia, esto hace que los médicos interpreten y nosotros mantenemos entrevistas con la persona agobiada. Tras ser evaluada, decidimos qué hacer. Hemos tenido casos de chiquitos que, de tres o cuatro años, fueron sumergidos en tinas de sangre para después hacer rituales o hay otros que vienen de pactos ancestrales, que no conocían y los nietos son los que ven los efectos”, agrega.

“Además, nosotros formamos lo que se llaman consultores de exorcismo, que están capacitados para detectar, discernir o diagnosticar cuando una casa sufre perturbaciones espirituales o donde hay un maleficio, o una posesión. No sólo las personas pueden ser poseídas, también los objetos o casas. Los consultores que salen de la escuela, después de tres años de formación, lo que hacen es poder identificar fenómenos paranormales de situaciones espirituales. Presencias malignas o presencias que estaban desde antes”, cuenta el obispo.

Su movimiento instruye y ha conseguido que otras dos iglesias se sumen a la tarea de enseñar el exorcismo: Colombia y Venezuela. Además, a pesar de ser luterano, en el Vaticano están enterados de las actividades del padre Manuel, ya que el papa Francisco convivió con él por más de 10 años.

“Mientras el papa Francisco estaba en Argentina, yo tuve una amistad de 10 años con él, mientras era el Arzobispo de Buenos Aires. Como Arzobispo fue una persona muy amable y nos hemos reunido en privado muchísimas veces. Quiero decir que él, de verdad, su santidad, es un hombre que cree profundamente en el trabajo espiritual, en el mal, en la batalla y el riesgo de la presencia maligna. Esto tiene que ver con que en 2013 confirmó la Asociación de Exorcistas Católicos Romanos, que fundó el padre Amorth hace años. Nadie se atrevió a que esa asociación tuviera una legalidad, nada más la del papa Francisco”.

En su último caso, el de la chica peruana que llegó acompañada de su padre, cuenta: “Es una joven de la que he apartado siete demonios y entre ellos un espíritu de muerto, y el de Judas Iscariote. Fue algo que me llevó mucho tiempo y me afectó”.

Fuente: Excélsior.

Redes Sociales

Noticias por WhatsApp

Recibe nuestras notas directo en tu WhatsApp

Notas Relacionadas

Más Vistas

Skip to content