Por: Eduardo Delgado.
Luego del fallido intento de sustracción de una menor en “Palomas”, comunidad del municipio de Villa de Reyes, autoridades ejidales, docentes, padres y madres de familia integraron comités para realizar rondines de vigilancia en esa localidad, en especial en el exterior de los planteles educativos.
Una empleada de la secundaria, quien pidió el anonimato, confirmó que antier por la mañana hombres encapuchados, a bordo de un coche, trataron de raptar a una niña cuando llegaba a la escuela.
Unas cuantas horas después “hicimos una reunión los padres de familia y autoridades ejidales”, en la que acordaron conformar comités de seguridad y establecieron medidas preventivas en los planteles de preescolar, primaria y secundaria del lugar, informó el comisario ejidal, Juan Martínez Ibarra.
“A partir de hoy (jueves) los padres tienen que pasar por su hijos y si por alguna razón no pueden venir, el maestro pasará a dejar a los niños a sus casas”, añadió.
Ayer se juntaron para definir el calendario de rondines de los siete grupos, integrados por padres de familia y autoridades ejidales, para vigilar frente a los planteles de prescolar, primaria y secundaria, que en la comunidad se localizan juntos y hacer rondines en la comunidad.
Los comités de seguridad reportarán la presencia de vehículos y personas extrañas, para lo que dispondrán de dispositivos para video grabar y tomarles fotografías; el horario de vigilancia será de siete de la mañana a tres de la tarde.
El rol de guardias lo reportarán al Ayuntamiento para que “sepan cómo estamos organizados y ellos nos dirán como van a participar”, en el cuidado de los centros educativos y de la localidad.
La testigo del incidente contó que, como todos los días, el miércoles llegó, junto con su hija, a trabajar a las seis de la mañana. Antes de las ocho mandó a su niña a ponerse su uniforme para que se fuera a la escuela primaria.
“Cuando salió dejó la puerta abierta y yo me quedé. No iba ni a mitad de cancha cuando la otra niña entró a la secundaria llorando y corriendo porque la querían agarrar”.
“La abracé para tranquilizarla y le dije: ‘Yo creo que te estas imaginando’”, comentó. Temblando la menor le dijo que los hombres estaban afuera. “Aventó la mochila y se fue al baño”, donde se encerró muy asustada.
Para que saliera le aseguró que acababa de llegar su mamá. “Yo todavía pensé que se estaba imaginando y fue cuando salí, no hasta afuera sino a mitad de aquí, y sí estaban enfrente los señores, pues yo creo que pensaron que la niña iba a volver a salir”.
“Fue cuando también yo me espanté, que vi que estaban encapuchados pero no vi si traían armas. Corrí y me encerré con la niña, pidiéndole a Dios que no fueran a entrar”.
Después de un rato, antes de salir, se asomó sobre la barda de la fachada y le gritó a su compañera de la primaria pero ni ésta ni nadie más la escuchó. “Después, con miedo, salí y ya estaba la supervisora pero ellos (los encapuchados) ya no”.
Dijo no haber apreciado bien el color del coche de los hombres, sin embargo, otra señora reportó a la policía que el carro tenía placas americanas, el cual habría sido ya visto antes por pobladores en esa comunidad.
Esta no es la primera vez que en esa localidad rural se registra el intento de rapto de un menor; “hace unos cuatro años –estimó el comisario ejidal- hubo otro intento”.
Desde ayer, en la primaria impusieron una medida preventiva: A la hora de la salida de clases los niños únicamente se los entregan a sus padres o tutores y los que no son recogidos son acompañados por sus profesores a sus hogares.