Esterilización y educación: pilares para conmemorar con conciencia el Día del Perro Callejero

Mariana de Pablos

El problema de la sobrepoblación canina es un tema de gran urgencia en nuestro estado. Son varias las asociaciones civiles de rescate de animales, especialmente de perros y gatos, que han hecho hincapié en la necesidad de que las autoridades estatales y municipales lleven a cabo campañas de esterilización gratuitas con mayor capacidad de atención. Y que, a su vez, tengan como objetivo principal generar conciencia sobre la gravedad de este problema y el papel que la sociedad desempeña para ser parte de su solución.

Entre las acciones que han realizado para hacer frente a esta problemática se puede mencionar la campaña de esterilización de gatos y perros que se lleva a cabo de manera permanente por parte del Gobierno del Estado en el Centro de Control de Rabia y otras Zoonosis.

Ser beneficiario de este servicio implica mantenerse al tanto de la próxima fecha que el centro abrirá para hacer cita, ya sea al hablar por teléfono directamente o apersonándose en el recinto —razón por la cual muchas personas incluso desconocen la existencia de la campaña—, la cual agenda citas cada mes y medio aproximadamente y opera únicamente a las mascotas de las personas que lleguen al recinto entre las 8 y las 10 de la mañana.

Para ser atendido es necesario llegar con al menos un par de horas de anticipación para hacer fila. Misma que para las ocho de la mañana ya le da la vuelta a la calle, lo que reduce la posibilidad de obtener una cita, pues a las 10 en punto se cierra la puerta.

En el estado de San Luis Potosí no existe un censo oficial sobre perros en situación de calle, sin embargo, han sido contabilizados un aproximado de hasta 300 mil. Mientras que a nivel nacional el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estima que existen 23 millones de perros, de los cuales el 70 por ciento vive en las calles.

En razón de este contexto que se agrava todos los días y que se reproduce a nivel nacional e internacional, desde 2008 el 27 de julio se conmemora el Día del Perro Callejero. Movimiento que comenzó en Chile por Ignacio Gac, un joven periodista de la Universidad de Santiago, quien propuso la fecha para fomentar la adopción de caninos y hacer conciencia de las condiciones en las que viven estos animales.

Frío, hambre y maltrato son parte de su día a día. Entre las causas a las que se puede adjudicar esta problemática se puede mencionar el abandono y la falta de compromiso con sus cuidados. Situaciones que, en la mayor parte de los casos, derivan en que deambulen por las calles y al no ser esterilizados terminen por reproducirse, lo que aumenta el número de vidas condenadas a estas condiciones.

Frente a esta realidad vale la pena preguntarse, ¿cuál es la solución a esta problemática? La respuesta más común son los refugios; estos lugares dedicados a rescatar a perros y gatos en situación de calle, donde los alimentan, atienden, esterilizan y dan en adopción. Sin embargo, como señala Margarita Pizzuto, dueña de la Estancia Santa Martha para el perro abandonado, los refugios no son más que un apoyo.

Desde su conocimiento y experiencia, el problema reside verdaderamente en la falta de información sobre lo que implica el problema de la sobrepoblación canina.

Es decir, que ni las autoridades ni la sociedad en general han profundizado en el impacto negativo de esta problemática en una ciudad: violencia, salud pública, zoonosis, maltrato y ecología.

Y es cierto: de acuerdo con el Inegi, México ocupa el tercer lugar con mayores registros de maltrato y crueldad animal. En el caso de San Luis Potosí, para marzo de 2022 la Fiscalía General del Estado de San Luis Potosí informó que se abrieron 11 carpetas de investigación por maltrato animal en la capital del estado.

Por otra parte, la Organización Mundial de Salud (OMS) estima que las mordeduras de perros son las responsables de numerosas lesiones cada año. En México, para septiembre de 2020 fueron contabilizadas 55 mil 258 mordeduras de perro, de acuerdo con el Boletín Epidemiológico Nacional.

Además, las grandes cantidades de heces fecales que generan estos animales son causa de múltiples enfermedades dermatológicas y gastrointestinales, pues al secarse el excremento, este se pulveriza y viaja en el aire, adhiriéndose en muchos casos a la comida que se consume.

Con esto en mente es que se vuelve posible comprender que la solución, como indica Margarita, reside en la necesidad de generar campañas de esterilización que enfaticen, tanto en los beneficios de esta práctica como en el cuidado de los animales, desde una manera de pensamiento comunitario.

Es decir, que las personas, al asumir la responsabilidad que conlleva la adopción, entiendan a su vez que son parte de una cultura importante para equilibrar la sobrepoblación canina, pues como señala Margarita, “no se vale hacer una campaña de esterilización y operarlos y que el perro siga viviendo insalubre, que siga saliendo a la calle y mordiendo gente u ocasionando accidentes”.

De acuerdo con Margarita Pizzuto, y gran parte de los refugios que se dedican a esta labor, el problema de la sobrepoblación canina no se ha atendido desde la raíz, lo que ocasiona que día con día la situación se agrave aún más.

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