Antonio González Vázquez
Desde hace varios años San Luis Potosí ha alcanzado notoriedad en el plano nacional por los problemas de inseguridad. Como los potosinos pueden atestiguar, la violencia y los delitos han alcanzado cifras récord. Los ayuntamientos del Gallardismo llevan mano como los punteros en incidencia delictiva, pero la entidad en su conjunto presenta cifras escandalosas.
Por ejemplo, en lo que va del año van 17 feminicidios, siete elementos de distintas corporaciones policíacas han sido ejecutados y se ha rebasado con amplitud el centenar de homicidios en dos meses y medio.
Quien aquí escribe es también corresponsal Milenio Diario; hace unas semanas, al enviar el centésimo despacho de información sobre ejecutados, desde la coordinación de Estado y la Subdirección Editorial me preguntaron acerca de qué carajo está pasando en el estado.
Así es que les dije todo lo que en San Luis sabemos que viene ocurriendo desde hace al menos una década y dijeron, bien, vamos trabajando un especial sobre San Luis Potosí porque aunque no tiene el mismo panorama de entidades en extremo violentas, si es de llamar la atención la ola de ejecuciones, sobre todo, en la zona metropolitana de San Luis Potosí y Soledad de Graciano Sánchez.
Y en efecto, una reportera de trabajos especiales de ese rotativo recibió la asignación y este es el reportaje que se publicó el pasado sábado.
