Por Victoriano Martínez
A partir de esta mañana, los dos nuevos brazos del Distribuidor Juárez serán abiertos a la circulación, si de último momento no aparece alguna más de las “muchas circunstancias” que provocaron un retraso de 160 días en las obras.
Marcos Rosales Vega, titular de la Junta Estatal de Caminos, enumeró como parte de esas circunstancia que provocaron el retraso “obras inducidas, infraestructura de CFE, Telmex, drenaje y parte el tema de la gasolinera”.
Fueron obstáculos fuera de previsiones y cálculos, incluido el derrumbe de una de las columnas, que se lograron sortear a un mes exacto de que se cumpliera el segundo aniversario del comienzo de la obra.
El gobernador Juan Manuel Carreras López ofreció una rueda de prensa en la que confirmó la inauguración de los dos brazos del Distribuidor, pero se negó a dar detalles sobre las características y condiciones de la obra.
Con el banderazo que se dará esta mañana, los dos nuevos brazos del Distribuidor Juárez pasan a la etapa post, en la que las sorpresas que pudieran traer ya involucrarán a los automovilistas que los utilicen.
De entrada, como quien hace recomendaciones de uso de un instrumento nuevo a un comprador novato que debe ser precavido, Rosales Vega señaló que “sabemos que es una vuelta muy pronunciada y que el usuario debe tomar precauciones, no debe conducir a altas velocidades porque son dos brazos, uno que viene de la carretera Rioverde y otro de la carretera 57, la velocidad recomendada son 40 kilómetros por hora”.
Una recomendación no necesariamente impone obligación, mucho menos a automovilistas que, bien sabe la autoridad, no son muy dados a tomar en cuenta ni los límites de velocidad formalmente establecidos, con señalética incluida.
En tal virtud, es de esperarse que entre la información que –haciendo a un lado la promocional que hablará de las bondades de los dos brazos– proporcionen al momento de la inauguración se hable con claridad de todas las razones por las que se debe circular a un máximo de 40 kilómetros por hora, más allá de un genérico “es una vuelta muy pronunciada”.
En comunicado oficial, la Junta Estatal de Caminos da una explicación que resulta insuficiente: “Los 40 kilómetros por hora establecidos como velocidad máxima de circulación por estas arterias se determinaron en función de la geometría y pendientes del diseño estipulado en el proyecto ejecutivo, el objetivo evitar accidentes derivados de conducir a exceso de velocidad”.
Ya sólo falta que en el acceso a cada uno de los brazos un letrero que diga: “¡Cuidado! No circule a más de 40 kilómetros por hora porque, según la geometría y pendientes del diseño, sufrirá un accidente”.
A pesar de que se afirmó que la obra no tuvo un sobre costo por los retrasos, en su rueda de prensa, y después en el comunicado oficial, Carreras López señaló que la construcción de los dos brazos se impulsó con 250 millones de pesos.
Difícilmente se trata de un redondeo de la cifra señalada cuando se emitió el fallo del concurso de la obra y se asignó por un monto de 218 millones 534 mil 290 pesos, lo que representaría un sobre costo de más de 31 millones de pesos.
Hoy entran en operación los dos nuevos brazos del Distribuidor Juárez. Atrás quedan 160 días de retrasos sin explicaciones razonables y hacia adelante las sorpresas que su funcionamiento pudiera traer.
Y en el acto inaugural, la expectativa de explicación y advertencias claras para que los automovilistas tengan claridad sobre lo que les deparan los dos nuevos brazos del Distribuidor Juárez.