María Ruiz
Extrabajadores y algunos empleados actuales de Valeo Sistemas Eléctricos se organizaron para realizar por segunda ocasión una petición pacífica frente a las instalaciones de la empresa, ubicadas en Circuito México 160, Tres Naciones, con el fin de exigir el pago íntegro del reparto de utilidades correspondiente a años pasados.
En el año 2016, el sindicato junto con los trabajadores activos interpuso una demanda contra la empresa por la negativa a entregar la totalidad de las utilidades. Esta demanda, relacionada también con pagos incompletos de los ejercicios de 2015, 2016 y 2017, fue ganada por los trabajadores por un monto que supera los 800 millones de pesos.
Según las resoluciones judiciales, la suma ganada debe repartirse entre todos los trabajadores, activos y extrabajadores, aunque la compañía solo ha mostrado intención de entregar el pago a quienes actualmente laboran en ella. Además, se ha denunciado que a los empleados activos se les ha pedido firmar acuerdos de confidencialidad para no divulgar información sobre el proceso.
Los afectados reclamaron este miércoles que se les excluye de lo que legalmente les corresponde en un intento por reducir el gasto de la compañía. De acuerdo con los organizadores, a cada trabajador le correspondería recibir un monto aproximado de entre 100 mil y 130 mil pesos antes de impuestos.
María Guadalupe Rodríguez, ex trabajadora, explicó que esta problemática ya ha escalado a nivel legal e incluso se ha realizado una auditoría a la empresa, pues trabajadores y ex trabajadores del estado no son los únicos afectados, además de que la problemática va más allá de una simple reclamación.
“Sabemos que la empresa está repartiendo los montos únicamente entre los empleados activos. Nosotros laboramos aquí y hubo irregularidades en la Secretaría de Hacienda por las utilidades que no nos dieron completas. Nos enteramos a través de los estados de WhatsApp del sindicato que la empresa ya estaba haciendo el reparto, pero solo a los empleados activos. Lo justo es que nos toque a todos, incluso a los que trabajamos en ese lapso de tiempo. Así lo estima la ley”.
Rodríguez agregó que en ocasiones pasadas se les habían pagado cantidades de apenas entre 2 mil y 5 mil pesos, muy por debajo de lo que realmente correspondía de utilidades.
Los manifestantes aseguran que han intentado comunicarse con el área de Recursos Humanos de Valeo sin recibir respuesta alguna.
También denunciaron que algunos trabajadores han recibido notificaciones internas para evitar que se unan a las manifestaciones, y que incluso hay documentos en los que se advierte que los empleados no activos “se verán afectados” si no se integran a la exigencia del pago, situación que ha sido catalogada como injusta y poco transparente.
De igual forma, señalaron la existencia de un “contrato de confiabilidad” que habría obligado a los trabajadores activos a no divulgar información.
“También sabemos de la presentación de documentos y hojas membretadas, que evidencian el monto total que se debe repartir a nivel nacional entre todos los trabajadores de Valeo, sin distinguir entre activos y extrabajadores. Hay otros estados que se encuentran en la misma situación, por ejemplo en Toluca”.
Algunos manifestantes han advertido sobre la posibilidad de bloquear las entradas a la planta e inclusive la carretera 57 si la empresa continúa con su negativa a atender la situación de forma transparente y justa, pues esta sería la segunda ocación en la que solicitan de manera pacífica se aclare el pago correspondiente y atiendan los llamamientos jurídicos, que se han notificado por medio de denuncias realizadas por ex trabajadores.
“Estamos dispuestos a bloquear las entradas y a proceder de la manera que sea necesaria para que se nos escuche. No buscamos confrontaciones, solo exigir lo que por ley nos corresponde”, manifestó uno de los organizadores.
Por último, detallaron que esta exigencia por parte de extrabajadores y algunos empleados actuales de Valeo, quienes solicitaron resguardo de sus datos personales, es una muestra de la profunda desconfianza y la frustración generada por el reparto desigual de utilidades, en el que “se privilegia al personal activo en detrimento de quienes ya no laboran en la empresa”.