Extrañas medidas para cerrar el año

Por Victoriano Martínez

Si ha circulado por el centro de la ciudad en los últimos días, quizá haya notado al menos dos detalles que, si se les aprecia con cuidado y en sus alcances, exponen cómo las autoridades anteponen la desconfianza que le tienen a la población y hasta la forma en que se sienten inseguros por no haber cumplido con sus obligaciones.

El primer detalle, el más vistoso por impresionante: la numerosa presencia de elementos de la Guardia Civil Estatal.

No faltó quien preguntara, ante tal presencia policiaca, si habría pasado algo grave en el centro de la ciudad.

Pero no había otro tipo de movilización más que presencia. Es decir, si no ha pasado nada y el grado de presencia no había sido tan notorio en años anteriores, la duda que surgió en otros fue de temor: ¿Qué esperan que pase?

Una acción ocurrida la mañana de este jueves mostró una idea de la razón de la presencia policial. Elementos de la Guardia Civil Estatal intentaron impedir la manifestación del Frente Nacional de Mujeres Contra Deudores Alimentarios en torno al pino Navideño, por “faltarle el respeto a la Navidad”.

Quizá la manifestación contra los deudores alimentarios no era la que se esperaba, pero también tal vez ya entrados en el tema la intención se volvió en cerrar el año sin ningún tipo de protesta.

Sólo una autoridad que se sabe que ha incumplido alguna de sus obligaciones puede esperar que se dé una manifestación y, en el caso, existía una advertencia de acciones para exigir sus derechos: la del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Gobierno del Estado.

A pesar de haber pactado el pago de adeudos de fondo de ahorro, bono navideño y sueldo retroactivo, el martes el SUTSGE denunció que no se había cumplido con la totalidad de la entrega de los recursos de los trabajadores.

“En caso de que el Gobierno del Estado no cumpla el compromiso, les pedimos estar atentos al llamado para exigir el cumplimiento al pago de las prestaciones que por ley nos corresponden”, advirtió el SUTSGE el 20 de diciembre.

Ante el incumplimiento denunciado el pasado martes, sin duda que fueron las autoridades las que –precavidas– se pusieron muy atentas y lo hicieron notar con la intención de inhibir cualquier movilización… y le tocó al Frente Nacional de Mujeres Contra Deudores Alimentarios.

Pero el incumplimiento de pagos no dejó de ser motivo para exhibir a la autoridad estatal: los maestros de la Sección 52 del SNTE (conformada por el magisterio estatal) lo hicieron en otro foro, frente al Palacio Nacional.

El otro detalle, a cargo de la autoridad municipal, es que si circula por el centro de la ciudad (e incluso algunas colonias aledañas) no encontrará en donde colocar su basura ocasional, sólo encontrará las estructuras que sostienen los contenedores de las papeleras.

Y es porque la autoridad no era arisca, sino que la hicieron los cohetones que cada año solían estallar dentro de las papeleras.

Sí, no hay dónde tirar la basura en el centro de la ciudad porque la autoridad no confía en la gente, y se asume incapaz de lograr una buena campaña de concientización para que no se dañe la infraestructura urbana. Así que es mejor suprimir ese servicio.

Maximino Jasso Padrón, director de Gestión Ecológica y Manejo de Residuos, justificó la medida porque en diciembre de 2020 se registraron daños por pirotecnia en 420 papeleras, y en diciembre de 2021, la cifra bajó a 154. Este año aseguraron ya que ningún depósito será dañado… pero sobre los soportes ya se verá.

Dos detalles en detrimento del servicio público y de derechos ciudadanos. ¿Y si en lugar de masificar la vigilancia para evitar el derecho de manifestación, la planean con mucho mejor estrategia para evitar los daños a las papeleras sin necesidad de omitir el servicio que éstas prestan?

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