Familia de interna en penal de Xolol denuncia negligencia médica

Marcela Del Muro

Lo que empezó como una pequeña bolita en la parte posterior de la quijada izquierda, se inflamó tanto en 15 días que el rostro comenzó a desfigurarse. El dolor era incapacitante, no podía comer ni hablar. Llegó a tal punto que Wendy pensó que moriría y pidió a su suegra que se encargara de su hijo pequeño, quien tiene dos años y medio a su cuidado, desde que Wendy y su esposo fueron encarcelados.

Las internas en el Centro Penitenciario Único Femenil de Xolol (CPUFX), en la Huasteca Potosina, veían tan enferma a Wendy que comenzó a ser un tema central en sus pláticas, incluso con sus familias. Mientras, el médico y los directivos penitenciarios estaban despreocupados, a pesar de que la mujer llevaba más de una semana prácticamente postrada.

Las familias de otras compañeras presas alertaron a la suegra. “Me hablaron y me dijeron que Wendy estaba muy mal”, recuerda la señora Alicia, quien pidió permiso en su trabajo para visitarla el pasado 16 de marzo.

Afortunadamente, tres días antes, el DIF estatal había programado un viaje desde la capital del estado para aquel domingo; por la premura del aviso, algunas de las familias anotadas no contaron con el tiempo suficiente para organizarse y cancelaron, dando la oportunidad a la familia política de Wendy de visitarla.

Al llegar al penal, un administrativo se sorprendió al ver a las visitantes.

“Sé que mi nuera está muy mal y no se le ha dado la atención adecuada”, le reclamó la señora Alicia. “Se le ha dado la atención, ahorita que entre va a ver que ella está mejor”, contestó el funcionario público.

La sorpresa no fue grata, Wendy se encontraba muy enferma, más de lo que su familia imaginaba. Alicia fue con la nueva directora del penal, Christian Arely García Balderas, y la cuestionó.

“Me dijo que ya la habían mandado al hospital, que le habían dado medicamento, antibióticos, y que teníamos que esperar 12 días para que le hagan [efecto]”.

Pasaron los minutos y Wendy solo se quejaba. La suegra exigió a las custodias que fueran por el doctor, que hicieran algo por su nuera.

“Les dije: ¿puedo estar con ella? Quiero saber qué le está pasando. Me dicen, ‘no, no, no, usted no puede pasar, usted es visita’. A los cinco minutos regresa la custodia y me dice que Wendy se quedó dormida y que necesitaban que me retire, que eran órdenes de arriba”.

Alicia había viajado cinco horas desde la capital para ver cómo estaba su nuera, no podía retirarse del penal, necesitaba esperar a las decenas de familias que viajaron con ella; además, tampoco quería irse sin que le dieran certeza sobre la salud de Wendy. Tras unos minutos de conflicto, donde el resto de familias también alzaron la voz, la custodia avisó que podía quedarse.

“Entre las mismas compañeras me empezaron a decir que no me deje, que tratara de verla, porque seguramente la habían dopado”, comenta la suegra de Wendy.

Según dichos de las internas, en Xolol es frecuente que a las mujeres enfermas se les dope, en lugar de examinarlas y tratarlas. En denuncias pasadas, las internas también señalaron que después de una picadura de alacrán, se le dio un medicamento caduco a la mujer afectada.

A la salida de la visita, la señora Alicia volvió a exigirle a la directora que atendieran a Wendy.

“Le dije: ‘¿usted se hace responsable si algo le sucede a mi nuera?’ Y me dijo: ‘yo me hago responsable’. Y le dije que no quería que me lo dijera de palabra, que me firmara un papel”.

La suegra pidió el expediente médico; quería saber a qué hospital la llevaron, qué estudios le realizaron y cuál era el diagnóstico dado, se lo negaron.

“Me dijeron que no podían dármelo, porque no soy su familiar directo, pero yo he estado al pendiente de ella, yo soy la responsable”.

Lo único que Alicia obtuvo fue una receta médica y la promesa de una cita abierta por si se complicaba la enfermedad de Wendy.

“Me regresé con el corazón partido de verla mal y con mucho pendiente”, recuerda Alicia. El lunes recibió la llamada de una compañera de su nuera para avisarle que la salud de Wendy había decaído más. Le pidió a Alicia que la despidiera de su hijo y que cuidara de su nieto.

Hasta el martes, Wendy fue llevada de urgencia al médico. Una infección, que llegó demasiado lejos, le provocó un absceso de pus. Ese mismo día fue drenado, aligerando su dolor y permitiéndole hablar con Alicia.

“Lo bueno es que no pasó a mayores. La que la atendió le dijo que le hubiera ido mal si se le hubiera reventado”.

La salud es un derecho humano de las personas privadas de la libertad y es uno de los pilares de la reinserción social, establecidos en el artículo 18 de la Constitución. Las omisiones y negligencias médicas que, hasta ahora, no han pasado a mayores violan los derechos humanos de las internas en Xolol.

En Xolol le echaron la culpa de la infección al tabaquismo de Wendy. Pero, “ella ni fuma, no tiene ni para comprar un cigarro. De cierta manera están tratando de justificarse, echándole la culpa a mi nuera. Nos dijeron que eran muchas cosas, que eran paperas, pero lo que pasó fue negligencia”, señala Alicia.

La violación del derecho a la proximidad familiar de las más de 100 internas traslada a Xolol también se ve reflejado en este caso. Aunque el sistema penitenciario debería de asumir sus responsabilidades en el respeto de la dignidad y los derechos humanos de las mujeres privadas de la libertad, lo cierto es que las familias, además de ser su sostén económico y emocional, también fungen como vigilantes.

La familia de Wendy sabía que estaba enferma; sin embargo, el traslado de la nuera a más de 300 kilómetros de distancia les imposibilitó que conocieran realmente la situación de salud de Wendy y que pudieran exigir desde antes que se le brindara la atención medica oportuna.

“Hoy alzo la voz por todas y sobre todo por mi nuera, para que nunca vuelva a pasar esto. Las tienen en muy malas condiciones, están abandonadas, no se les presta la atención. Mi nieto sufre por no ver a su mamá, ella tenía seis meses de no verlo porque está lejísimos. No se vale que se las llevaran así”, finaliza Alicia.

Skip to content