Benazir Valles
El pasado 14 de octubre, el Consejo de la Judicatura del Poder Judicial aprobó la convocatoria para el concurso de oposición para contar con personal de reserva en la categoría de actuario. Este proceso se emitió como una convocatoria abierta para que se llevara a cabo de la manera más transparente posible y sin espacio a actos de corrupción o nepotismo, no obstante, en la lista de quienes pasaron la primera etapa aparecen familiares y personajes cercanos a funcionarios del Poder Judicial.
De acuerdo con la página web del Supremo Tribunal de Justicia, se inscribieron en este proceso 370 personas, quienes deberían entregar la documentación requerida en la convocatoria para luego presentar el examen teórico que les permitiría pasar a la segunda etapa, debiendo obtener una calificación igual o superior a ocho, en escala de cero a 10.
De los 370 aspirantes sólo 22 consiguieron la calificación aprobatoria para pasar a la siguiente etapa, que consiste en la solución de casos prácticos, donde deberán redactar las notificaciones que ordene el comité, el cual está integrado por un juez, un magistrado, un consejero y una persona del Instituto de Estudios Judiciales.
Sin embargo, en la lista de las 22 personas que aprobaron el examen teórico sobresalen nombres como Enrique Gerardo Martens Pizzuto (035), hijo de un amigo cercano del presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Juan Paulo Almazán Cué, y Hugo Alan Macías Soria (133), sobrino de la consejera Diana Isela Soria Hernández.
En el primer caso, Martens Pizzuto trabajó dentro de la Coordinación de Asesoría y Secretariado Técnico de Comisiones en el Congreso del Estado en 2017, y además es señalado por ser hijo de uno de los mejores amigos de Juan Paulo Almazán Cué.
Además, sus padres, Enrique Martens y María Pizzuto, son cercanos al actual secretario de Gobierno, Alejandro Leal Tovías.
El segundo, Macías Soria, es sobrino de la consejera Diana Isela Soria Hernández, quien asumió su cargo dentro del Poder Judicial en septiembre de 2018.
De acuerdo con inconformes con el proceso, es posible corromper el sistema de elección desde el examen teórico, pues para esta prueba, cada miembro del comité encarga cierto número de preguntas y a la hora del examen las ingresan en un programa que aleatoriamente elige 100 y en ese momento se imprimen, lo que permite que los reactivos sean entregados a las personas que se quiere beneficiar, por lo que ellos ya saben lo que contendrá el examen.