Familias se unen en la búsqueda de Alanna

Texto: María Ruiz

Fotografías: Desiree Madrid

La ciudad continúa y las calles no se detienen, la rutina se impone, pero hay algo que falta. Algunas de ellas tienen nombre, otras apenas una fotografía sobre una cartulina. A veces, son niños, son niñas.

Ian Yael, de apenas cuatro años, desapareció el pasado 21 de marzo en la colonia Industrial Aviación, motivo por el cual familiares marcharon en San Luis Potosí para exigir justicia por niñas y niños desaparecidos, muchos de ellos sustraídos de manera ilegal por uno de sus progenitores, en medio de disputas legales y vacíos institucionales.

En la misma manifestación estuvo Claudia González; en las manos llegaba una imagen de su nieta, Alanna Sofía Ortiz Guerrero. La niña cumplió cinco años el 19 de febrero. No hubo fiesta, ni abrazos de su madre; fue sustraída por su padre una semana antes. No fue un secuestro como los que suelen llenar los titulares, fue una desaparición silenciosa amparada en vacíos legales y en la lentitud de las instituciones.

“La Fiscalía al principio decía que no podía hacer nada, porque ninguno tenía la custodia”, cuenta Claudia. Semanas después, un juez otorgó la custodia provisional a la madre. Aun así, nada ha cambiado; la niña sigue sin ser localizada.

“Él la tiene con sus papás, en Soledad de Graciano Sánchez. Ya hubo un cateo, pero no la encontraron. Ahora dicen que no pueden regresar, porque ya catearon una vez”.

Desde entonces, no ha habido contacto; ni llamadas, ni mensajes. Claudia denuncia amenazas de la familia paterna, una camioneta negra cerrándoles el paso, advertencias para que dejen de buscar.

“Mi hija está mal. No come, no duerme. Yo trato de mantenerme fuerte por ella, pero no sé hasta cuándo”, dice, aferrada a los documentos del caso.

La historia de Alanna no es la única y tampoco la de Ian. Las desapariciones de niñas y niños no siempre responden al crimen organizado; muchas ocurren en el ámbito familiar, entre disputas legales, omisiones institucionales y procesos judiciales mal conducidos.

Entre 2019 y 2025, en San Luis Potosí se han activado 159 Alertas Amber por menores desaparecidos, de acuerdo con datos obtenidos vía transparencia. Tan solo en 2024 se emitieron 41, y en lo que va de este año ya son cinco.

Cada número esconde una historia. Algunas con nombre, otras que se desvanecen con el tiempo, pero las familias siguen ahí; resistiendo, esperando, insistiendo. Cargando con una ausencia que no da tregua.

“No puedo comparar el dolor de mi hija. El mío es profundo, pero el de ella es distinto. Es su niña, su única hija, estuvieron siempre juntas. Él se la llevó y, desde entonces, ya no sabemos cómo seguir.”

Los días sin Alanna. Los días sin Ian. No deberían pasar así.

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