Marcela Del Muro
“En San Luis Potosí es difícil que un asunto se lleve a cabo sin estar difiriendo audiencias”, señala la abogada Zamira Silva, y explica que se debe al tipo de litigación que se utiliza en el estado, donde se “entiende que si no han estudiado un asunto, lo difiero para el otro mes sí estudiarlo. Sin tomar en cuenta el tiempo de las víctimas indirectas, en este caso el de Jazmín, y la revictimización que implica”.
Zamira habla de Jazmín Rodríguez, mamá de Fernanda Morán; pues la audiencia intermedia y el juicio oral por el feminicidio de su hija se difirió en varias ocasiones. La familia denunció que esperaron durante 18 meses.
El próximo 15 de junio concluirá el juicio oral, donde se presentarán los últimos tres testigos a declarar; por lo que esperan tener una resolución del caso ese día; saber si Marco N. es declarado culpable por el feminicidio de Fer.
Un proceso donde continuamente hubo revictimización
Fer Morán, de 21 años, fue desaparecida el 7 de septiembre de 2020. Durante seis meses, la señora Jazmín señaló a Marco, que llevaba algunos meses saliendo con su hija, como sospechoso. Incluso, comenta la madre, ella aportó el domicilio de la familia del muchacho que fue, supuestamente, cateada por la Fiscalía General del Estado (FGE).
Sin embargo, el 29 de marzo de 2021, un albañil que trabajaba en la casa de la familia de Marco encontró el cuerpo de la joven. Lo que cambió completamente la línea de investigación trazada por las autoridades, que tenía al exnovio de Fer detenido.
Zamira, que acompaña a la familia de Fer desde el principio del caso y trabajó durante un año y medio en la extinta Unidad Especializada en Feminicidios, comenta que, a pesar del mal desempeño de las autoridades durante la búsqueda, la carpeta del caso de Fer Morán es de las mejores integradas.
“Esto se debe a que la investigación se realizó en la Fiscalía de Derechos Humanos, que atiende los casos de desapariciones en el estado. Esto fue un acierto porque la realidad es que el tipo de investigación que se llevaba en el área de feminicidios y homicidios era completamente deplorable porque, justamente, los feminicidios los igualaban a un homicidio y no entendían las cuestiones de género”, explica.
Cuando el caso pasó a juzgados, la familia nuevamente fue violentada y revictimizada.
Silva explica que en San Luis Potosí se lleva un ejercicio llamado audiencias combo, que facilita que una jueza o juez realice más audiencias en un día y, de esta forma, agilizar los procesos.
“Lo que pasó con Jazmín es que la meten a una audiencia combo y, el que toca antes que el de Fer es una violación. Entonces, yo lo veo como revictimización porque se tiene que chutar delitos externos al de su hija y, después, se entera que su audiencia no se va a llevar a cabo. Pues claro que tiene un impacto en su proceso legal y emocional, no se está entendiendo cómo se manejan los derechos humanos de las personas víctimas”, señala la abogada.
La abogada lamenta que la justicia penal en el estado difiera los casos sin tomar en cuenta a las víctimas.
“Yo sí puedo decir que esto se debe a la falta de preparación de los abogadas y abogados, y otras tiene que ver con que la defensa no realiza lo correcto para que se lleve al imputado a las audiencias procesales. Esto no afecta el tipo de sentencia que se pueda obtener, pero cansa demasiado a quién tiene que llevar este proceso”, señala.
Las repercusiones del proceso en la familia de Fer
Se estima que un juicio por feminicidio se lleve a cabo, aproximadamente, en seis meses. No obstante, el juicio por el caso de Fer Morán ha tomado más de dos años.
La señora Jazmín percibe que las autoridades han protegido más los derechos humanos del presunto feminicida que los de ella, su hija y su familia. Las constantes negligencias, omisiones y revictimización por parte de las autoridades, han generado un desgaste emocional y físico, que ha traído consecuencias en la salud de la madre.
La semana pasada, Jazmín llegó al área de urgencias en un hospital, tras un intenso dolor en el abdomen. La madre tenía que entrar a cirugía para que le extirparan la vesícula y guardar reposo durante un mes; pero ella se negó porque aún no se termina el juicio por el feminicidio de su hija.
“Yo sí creo que esto tuvo que ver con el estrés y la preocupación por el fin del juicio. El doctor quería que me operara de urgencia, pero yo no puedo estar un mes en cama. Pedí que me recetaran algo para soportar este tiempo, ahora estoy tomando pastillas para el dolor y para desinflamar”, comenta.
Jazmín Rodríguez exige se haga justicia por feminicidio de Fer. Pide la pena máxima para Marco, que enfrenta tres cargos: desaparición, feminicidio e inhumación. Y pide que el pequeño hijo de Fer quede protegido.
