Por Victoriano Martínez
El aniversario de la denuncia por el caso Sandra Sánchez Ruiz resultó mucho más que una efeméride.
La Fiscalía General del Estado no sólo tenía preparado un regalo sorpresa a los potosinos, sino que cayó en el exceso de definir bandos.
El regalo. Después de un año durante el que aseguraban avances que no se reflejaban en la carpeta de investigación la Fiscalía encontró una salida para librarse de esa papa caliente: determinó que el caso no es de su competencia.
Un regalo envuelto en un comunicado que un grupo de medios de comunicación reconocidos por su filiación hacia la gallardía interpretó prácticamente como una exoneración total con encabezados como “no hay delito que perseguir contra Gallardo”, en Close Up.
Una mala interpretación que la Fiscalía está obligada a aclarar ampliamente, pues turnar el caso al ámbito federal no puede llevar la presunción de inocencia a prácticamente presumir –mostrarse muy orgulloso, segunda acepción RAE– una resolución inexistente aún.
No aclarar que se le atribuya algo que realmente nunca dijo sería tanto como avalarlo.
Definición de bandos. Cuando, al término de la conmemoración del Frente Ciudadano Anticorrupción (FCA) por el aniversario de la demanda del caso Sandra Sánchez Ruiz, una reportera se acercó a Luis Fernando Luna Aguilar, visitador general de la Fiscalía, antes de comenzar la entrevista se topó con una extraña acusación: eres del mismo bando.
¿Me está acusando?, preguntó ella. La respuesta fue sí, ante un preocupado César Iván Juárez Ojeda, titular de Comunicación Social de la dependencia.
Tanto si lo dijo en serio como en broma, no corresponden a expresiones de un servidor público cuya función es la defensa jurídica de los derechos de la sociedad.
Habrá que recordarle a Luna Aguilar, y de paso a la Fiscalía de la que es parte, que el caso Sandra Sánchez Ruiz surgió de un trabajo periodístico cuyo seguimiento permitió la acumulación de pruebas que, posteriormente, el FCA aportó como parte de su denuncia.
Si a la coincidencia entre la denuncia periodística y la presentada por el FCA se refiere el funcionario como mismo bando, y este bando hace señalamientos en contra del ex alcalde Ricardo Gallardo Juárez, cabe preguntar si acaso el visitador –en su lógica– se asume como parte del bando gallardista cuando trata de descalificar el trabajo de la periodista.
Lavarse las manos sobre el caso, después de un año, con posturas como las exhibidas este martes por la Fiscalía sólo confirma la falta de voluntad para un combate real a la corrupción y la impunidad y eleva el nivel de sospecha de que, antes que negligencia, hay simulación y complicidad.