Por: Antonio González Vázquez.
Foto: Nahúm Delgado.
El tipo arrogante, prepotente y altanero que va al volante de una Ford, envía un saludo que más sabe a desprecio a todos los potosinos: me llevo mil 600 millones de dólares y 2 mil 800 empleos para que América vuelva a ser grande otra vez. Ese tipo engreído con su copete amarillo y su sonrisa tan sucia como sarcástica saluda a los potosinos son el pulgar como diciendo ¡Hola amigous, me los chingué! Los mexicanos y los chinos le “roban” el empleo a las familias americanas, decía Trump en su campaña cuando ya prometía que de ganar las elecciones, eso ya no volvería a pasar y lo que hace ahora, es cumplir lo que dijo. Dicen que Trump es un peligro para el mundo, pero lo cierto es que sí es un peligro para San Luis Potosí. Véalo en esta Ford blanca, de regreso a Michigan, se va a Flat Rock y le saca la vuelta a Villa de Reyes. Es tan odioso ese millonario encima de esa Ford, porque parece estar tan seguro y convencido de lo que está haciendo; pretende eliminar a México y pareciera que no le va a costar ningún esfuerzo lograrlo cuando se le apetezca. Tan fanfarrón, ese tipo al volante de la Ford que parece estar dispuesto a pasar por encima de quien sea y parece que estaría más cómodo encima de un buldózer o de un tanque blindado. Es que hay tipos que con solo verlos y escucharlos causan aversión, son mala leche, traen el demonio en el alma y el que va en la Ford es de esos. Sino, vea lo que dijo luego de que la Ford le obedeció y abandonó a San Luis como quien deja a la novia frente al altar: “Esto es solo el principio”.