Por: Antonio González Vázquez.
Acudir a la ceremonia del Grito de Independencia a la Plaza de Armas se avista como un acto de obligada tolerancia y paciencia que el ciudadano deberá conservar frente a las autoridades policíacas. Habrá tantos policías en el centro histórico de la ciudad que habrá que cuidarse mucho de sus excesos.
En la circunstancia de grave inseguridad que enfrenta la entidad desde la llegada de Juan Manuel Carreras López al gobierno, ir a la plaza representa un alto riesgo para la integridad física de los ciudadanos. Si a algún policía le da tentación de considerarle como sospechoso, entonces cuidado.
Para el operativo de seguridad para los días 15 y 16 de septiembre, la autoridad ha montado un aparatoso dispositivo que confirma que estamos muy lejos de tener un entorno seguro.
Los agentes de la policía estarán en libertad de revisar sus pertenencias, bolsos o mochilas y es probable es que si le ven sospechoso de algo hasta lo van a revisar fondo y será necesario atravesar por un arco detector de metales.
La Secretaría de Seguridad Pública informó que “durante la ceremonia del Grito de Independencia que se celebra la noche del jueves 15 de septiembre, se fortalecerá la vigilancia y seguridad en las diversas plazas del centro histórico de la capital potosina y de los municipios de la entidad”.
En ese sentido, anunció que en el primer cuadro del Centro Histórico de la ciudad, “serán instalados filtros de revisión en los ocho accesos a la Plaza de Armas para evitar que los asistentes ingresen armas de fuego, cuchillos, navajas, pirotecnia, latas de espuma o cualquier otro objeto que pueda causar daño a la gente que se concentrará en ese lugar”.
Además. “no se permitirá la entrada de bicicletas, patinetas, patines, envases de vidrio, bebidas embriagantes, mochilas, astas de banderas y apuntadores laser”.
Cualquier medida orientada a prevenir actos ilícitos es bienvenida por supuesto, pero también deja ver que sin duda, la capital es el municipio más inseguro de todo el estado, lo cual debería obligar a las autoridades a mejorar su desempeño.
Es notable: la fiesta por la patria es también un recordatorio del estruendoso fracaso del gobierno en materia de seguridad.