Por Victoriano Martínez
La historia de especulación, venta ilegal o despojo de tierras en núcleos ejidales y comunales no es privativa del Estado, ni mucho menos de los municipios conurbados con la capital, lo mismo que la razón del acoso inmobiliario que enfrentan: resquicios legaloides que abren posibilidades de confabulación con autoridades para conseguir negocios muy lucrativos.
Una gran área de oportunidad para el abuso que vieron los desarrolladores inmobiliarios que Carlos Covarrubias, del Frente Amplio Opositor (FAO), describió en el encuentro “Diálogo por el agua y el territorio, en defensa de San Marcos y el Río Calabacillas”, del municipio de Mexquitic de Carmona, realizado en El Colegio de San Luis.
Consideró que las áreas comunales quedaron reconocidas sin las resoluciones presidenciales. No quedaron tituladas, sino sujetas a una situación de usos y costumbres; esto fue detectado en la década pasada por las empresas inmobiliarias y empezaron a trabajarlo.
A eso se sumó el hecho de que, en el Programa Estatal de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano (PEOTDU) emitido por el exgobernador Juan Manuel Carreras López, le dio factibilidad a todos los procesos de desarrollo con un destino de uso de tierra para procesos industriales e inmobiliarios.
“Esa es una de las razones por las que se están aventando con todo, porque tienen, entre comillas, la legitimación jurídica y técnica para hacerlo”, advirtió.
Una “legitimación” tan forzada que, en los embates contra los territorios comunales y ejidales, es acompañada de maniobras tan burdas como la simulación de asambleas, la compra de voluntades de autoridades comunales y ejidales, la confabulación con autoridades agrarias y hasta la falsificación de escrituras.
Las exposiciones de los comuneros de San Marcos Carmona durante el encuentro organizado por el Observatorio Socioambiental de El Colegio de San Luis el pasado miércoles dan cuenta no sólo de ese tipo de maniobras, sino de los extremos a los que pueden llegar los depredadores de territorios comunales y ejidales para cumplir lograr sus ambiciosos negocios.
“Hemos tenido hostigamiento con supuestos ministeriales, y de hecho también participaba el señor aquí presente Carlos Guerra, él nos ponía citatorios en las casas. Una vez me paró con muchos agentes ministeriales porque iban con armas largas… me cerró el carro y me pararon como si fuera un criminal. A partir de ahí tuvimos un buen de hostigamiento, nos llevan hasta el Cereso a La Pila, nos abren un proceso y aquí estamos”.
Ese fue el testimonio del comunero Juan Carlos Santillán. Un hostigamiento que llega al extremo de fabricarles delitos a quienes defienden su territorio, al grado de que hoy el juez auxiliar de San Marcos Carmona se encuentra preso.
Una historia de despojos en la que, además de San Marcos Carmona, en Mexquitic también ha afectado a Guadalupe Victoria y su anexo La Cruz, Monte Oscuro, Paisanos, Colorada, Maravillas, Angostura, La Unión, María Cecilia, El Tabacal, Suspiro Picacho, Jaralito, Agua Señora, El Rodeo, Campana, Estanzuela, Los Moreno, Ejido San Pedro y Las Moras.
Una lista que justifica plenamente que en el encuentro realizado en El Colegio de San Luis se haya hecho un pronunciamiento a favor de crear un frente amplio de comunidades en defensa del territorio, con su declaratoria y la condena a la criminalización de la defensa de la tierra.
Si en Mexquitic de Carmona se pueden enumerar 19 ejidos y comunidades que son víctimas de la especulación, venta ilegal o despojo de tierras, en otros municipios conurbados con la capital tendría que hacerse un recuento similar, dado que no sólo ese municipio es visto por los empresarios como reserva territorial para sus proyectos inmobiliarios e industriales.
Las comunidades y ejidos de Villa de Reyes, Zaragoza y el propio valle de San Luis Potosí también padecen los embates contra su territorio y seguramente sucede lo mismo en otras zonas urbanas del Estado.
Hoy la idea de un frente amplio de comunidades y ejidos se plantea por parte de los afectados en Mexquitic de Carmona contra embates que no sólo ocurren en esa demarcación. Es decir, la necesidad de ese frente se extiende mucho más allá de los límites de Mexquitic de Carmona.