Eduardo Delgado
Inquietud, temor y preocupación provocó anoche en vecinos del fraccionamiento Capricornio la fumigación contra el dengue realizada sin previa difusión por personal de la Jurisdicción Sanitaria Número Uno de los Servicios de Salud de Gobierno del Estado, cuyo responsable de vectores dejó entrever que en la zona hay una persona infectada.
Con una maquina aspersora de una sustancia química montada en la caja de una camioneta estaquitas de doble cabina, rotulada con número 716 y el nombre la dependencia, la unidad recorrió calles del fraccionamiento.
En la esquina de Géminis y Neptuno un grupo de colonos le marcaron el alto al conductor y descendió César Alfonso Zambrano Gómez, quien se identificó como responsable de vectores en la Jurisdicción Sanitaria Número Uno.
Vecinos le reclamaron no haber avisado, porque la sustancia “huele horrible” y el ruido producido por la aspersora inquietó a muchos. “Yo no puedo andar casa por casa avisando”, se deslindó.
“Estamos aplicando algo que no tiene tanto olor… hay otros que todavía es peor” y “no avisamos porque la gente se alarma”, justificó el empleado de la Secretaría de Salud.
Sin embargo, un colono le reprochó: “ahorita nos tiene bien alarmados”. Preocupada, una señora le dijo: “A mí me tiene bien alarmada… tengo a mi bebé acostado…”.
El servidor público aseguró que la sustancia no es tóxica, sólo “pica la nariz” y les irrita la piel a personas sensibles.
“Nosotros, cuando tenemos un caso probable (de dengue), vamos al domicilio de la persona (infectada)”, reiteró, sin avisar a vecinos. Además, añadió que “tenemos que extendernos suficientes cuadras porque el mosquito vuela alrededor de 100 metros. Su hora de vuelo es aproximadamente de ocho a 11, 12, de la noche, y de las cuatro de la mañana a ocho de mañana”, detalló.
Enseguida expuso que “la persona no se infecto aquí, afortunadamente… fue… bueno viene de fueras”. Recordó que en la zona, hace cuatro años, colocaron trampas y monitorearon la ciudad y el municipio de Soledad de Graciano Sánchez.
“Nos ha salido un poquito alto” la presencia del mosquito transmisor del dengue y del chikungunya, por lo que personal de Salud ha visitado algunas casas y solicitado permiso a los moradores para entrar al patio. “La mayor parte de la gente nos cierra la puerta; claro… la inseguridad esta a la orden del día…”, añadió.
Ante la insistencia del reclamo de los vecinos por no haber avisado, el empleado de los Servicios de Salud contó que en Matehuala anunciaron la fumigación, sin embargo hubo personas que les aseguraron que “los estábamos matando, que el insecticida no era para los zancudos, que mucha gente se estaba quedando ciega” y se “alarmó tanto la gente que nos apedrearon los vehículos, a dos de mis compañeros los golpearon”.
Luego de la discusión los colonos regresaron a sus viviendas y la aspersión del insecticida prosiguió en la zona hasta después de las cinco horas de este miércoles.