- Únicamente ha sido dueño de 4 propiedades desde 1989 a la fecha; conserva 2
- Lleva 36 años trabajando en la Universidad
- Afirma que el señalamiento surgió de interesados en influir en decisiones de la UASLP
- No descarta a ser invitado por Zermeño a ocupar un cargo de primer nivel
- Coincide con Zermeño en la búsqueda del bien del bien común, aseguró
Eduardo Delgado
Luego de aclarar que sólo conserva su casa y el conjunto residencial “Alquerías de Pozos”, por haber vendido ya otras dos propiedades, el director de la facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), Carlos González López, sostuvo en entrevista con Astrolabio Diario Digital que todos sus bienes son explicables.
Lo anterior luego de que el pasado miércoles (29 de abril), éste medio publicó una nota basada en un mensaje anónimo con algunas fotografías y un archivo con los cuales se le atribuía un supuesto “enriquecimiento inexplicable” por ser propietario de cuatro inmuebles.
González López sostuvo que desde hace 36 años trabaja para la UASLP y que desde 1989 se desempeña como profesor de tiempo completo. Sobre las cuatro propiedades, detalló que, junto con su esposa, adquirió a lo largo de los años cuatro bienes inmuebles: en la calle de Benigno Arriaga, en Soledad de Graciano Sánchez, del conjunto residencial “Alquerías de Pozos” y de la vivienda donde reside en el fraccionamiento en Balcones del Valle.
Enunció los diversos cargos que ha ocupado durante el tiempo que lleva en la Universidad: secretario Académico, coordinador de maestría, jefe de posgrado, consejero académico interinstitucional en la zona centro del país de las facultades de Contaduría y Administración y director de facultad. “Posiciones que me han permitido desarrollar una actividad profesional de investigación y de profesor docente”, acotó.
Dijo pertenecer al programa de formación de docentes universitarios desde 1990, denominado “Prodef”, cuya función es reconocer la docencia y la investigación.
“También he participado en los estímulos al personal docente desde que se fundó, salvo los últimos cuatro años”, porque en 2016 los directivos fueron excluidos y mediante el cual percibía un reconocimiento económico, señaló.
“Tengo 36 años (en la Universidad) y dos años más como formador de profesores en el extranjero por la Secretaria de Educación Pública”, añadió.
Al ser cuestionado sobre el presunto enriquecimiento inexplicable del que se le acusó a través de mensajes anónimos, respondió:
“Yo he ganado solamente el salario como profesor de tiempo completo y con extra como director, y no ganó sólo como director sino también como docente. Todo lo que he logrado adquirir en cuestión de propiedades han sido desde el año 1989”, precisó.
La casa que habita en Balcones del Valle, dijo haberla comprado con crédito que obtuvo del Fondo de la Vivienda del Instituto Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Fovissste).
“Igual, en el transcurso del tiempo, gracias a que nos hemos sabido administrar, junto con los ingresos de mi esposa (María Evangelina Terán Dávalos), que también trabajó en los comienzos de nuestra vida común, hemos adquirido una serie de propiedades que no eran del costo que ahora tienen. Ha habido plusvalías que se han ido ganando con el tiempo”, señaló.
“Compré un terreno en calla Benigno Arriaga de 200 metros cuadrados a un costo de 6 mil pesos. En aquel tiempo se escrituró en 6 mil pesos. Lo compré en 2 mil 700 pesos, pero mientras se arregló el proceso de escrituración llego a costar 6 mil”, explicó.
Terreno que enajenó “hace unos dos o tres años”, cuando se edificaron departamentos por parte de una constructora que le pagó el predio con departamento.
“Alquería de Pozos lo compramos en 1994. Se pagó a diez años… se pagaba en mensualidades sin intereses y se ha ido construyendo con créditos hipotecarios que justo ahora estoy pagando en Scotiabank. No está terminada, pero está habitable y, desde luego, ha subido de precio por el crecimiento urbano hacia esa zona”, apuntó. “En el mediano plazo la idea es retirarnos de la Universidad y poder vivir tranquilamente por ahí”, comentó.
“La casa de Balcones del Valle se adquirió como terreno y se construyó, pero todo ha sido mucho antes del ingreso como director”, precisó y continuó: “tengo mis declaraciones patrimoniales desde 2012, cada año, y están a disposición de la Universidad. Nos han aplicado auditorias de la federación, del Estado y la Contraloría de la Universidad, de mis ingresos y egresos. También pasa por una serie de filtros y de controles en la Secretaria Administrativa y en Finanzas de la UASLP y de la Contraloría”, abundó.
“Por eso resulta muy ficticia este tipo de aseveraciones que no dejan absolutamente…no tienen ningún sustento”, enfatizó en entrevista.
Del predio de Soledad, explicó: “Fue adquirido con un compañero que tenía una constructora y que se vendió para edificar una casa. Ahí tuve un ingreso por la compra y venta inmediata del terreno para la construcción de un departamento, a cargo de Construcasa. Ese también lo pueden verificar que se compró y vendió inmediatamente”, aseveró.
Al preguntarle si entonces no hay nada oculto, González López añadió: “Nada, ni lavado de dinero ni de ningún tipo que sea, porque además he presentado todas mis declaraciones de impuestos y resulta hasta cierto punto ficticia todo lo que se ha manejado”.
Consideró que el señalamiento del supuesto “enriquecimiento inexplicable” surgió como “intentos de influir en las decisiones de la Universidad. Esta es la facultad es la más importante, en el ámbito de lo público, social y empresarial, y hay gente interesada, externa, que ha pretendido en toda mi gestión, con diferentes maneras, influir en las decisiones a nivel central y en las que vienen”, anticipó.
Como los mensajes anónimos surgieron días después de la renovación de la rectoría y en vísperas de las elecciones de directores, calificó el hecho como “un intento por sorprender y por acusar falsamente con la intención de desacreditarme”.
Dijo que el sólo tiene la expectativa de concluir su gestión en junio y de “estar a la orden de la nueva autoridad. Estamos trabajando siempre por mejorar la institución y nunca para estar buscando una alternativa de empleo”.
La Universidad, opinó, “es bastante generosa en la manera en que nos remunera a los universitarios. Desgraciadamente no ha todos, pero mi tiempo completo yo lo he vivido aquí. Los 36 años han sido de un trabajo continuo, sin ningún año sabático, sin descanso temporal ni mucho menos. Simplemente las vacaciones normales”, señaló.
Abundó: “Mi expectativa es terminar esta gestión exitosamente, porque esta facultad ha crecido, ha generado nuevos programas de licenciaturas y maestría. Gestionamos la nueva construcción con (el exrector Manuel Fermín) Villar, para esta facultad”, resaltó.
Logros que, a su parecer, provocan acusaciones para intentar minimizar que “hemos tenido con el apoyo de un grupo de maestros y de directivos. Con el ánimo de manchar una imagen y una trayectoria, que ésta demostrado y a quien quieran ustedes pueden entrevistar, maestros, alumnos y demás. Son intereses ajenos”, remarcó.
Admitió que podría aspirar a un cargo como funcionario de primer nivel en la UASLP, como Finanzas o la Contraloría, “pero no tengo ninguna nota en ese sentido, que pueda estar en esa posibilidad. Tengo una muy buena relación con el doctor (Alejandro Javier) Zermeño (Guerra). Hemos trabajado para que se dé el cambio y eso lo sabe todo mundo”, aseguró.
Tras dejar claro que en el marco de la renovación del rector su postura en el Consejo Directivo Universitario “fue una posición institucional”, insistió: “Creo que hay una expectativa de tener alguna posibilidad en el primer nivel de la Universidad, pero no tengo nada concreto”.
“Por lo pronto estamos terminado la dirección y debemos esperar lo que el rector defina para la gente que colaboramos. Si no de todas maneras esto no es para obtener nada automático a cambio”, aseguró.
- ¿Proviene de una familia solvente?
- Vengo de una familia clase media para abajo. Viví en la colonia Santa Fe, conocida ahora por otros motivos, pero bueno en su tiempo fue un barrio bonito, donde nos desarrollamos en la infancia y adolescencia. Estudié en la escuela Julián de los Reyes, en el Instituto Potosino nocturno de trabajadores.
Abundó: “He trabajado desde que inicie la carrera en la Universidad y no he recibí ninguna herencia. Tampoco es bueno esperarla. Realmente somos una familia modesta, de escasos recursos y de la cultura del esfuerzo”.
“No venimos de una familia poderosa económicamente, sino de una normal. De clase media, media, de escasos recursos, pero con un potencial de trabajo suficiente que nos ha permitido lograr esto que tenemos ahora, con otros de mis hermanos que también que han tenido un desarrollo personal y profesional”, acotó.
En resumen, aseveró, todos sus bienes “son explicables y además logrados con trabajo, con el trabajo cotidiano en esta facultad”.
- ¿Tiene prevista alguna medida legal para investigar quienes lo están tratando de desacreditarlo?
- Eso no está en mi mapa. De hecho, en los ocho años he recibido muchos ataques, sobre todo cuando hemos avanzado. Cuando hemos hecho cosas por la Universidad y la facultad. Tengo claro de dónde vienen y porqué, pero no… sería darles más argumentos y ni quiero meterme en polémica.
El director de Contaduría y Administración destacó que la gente que lo conoce “sabe quién soy, lo que he trabajado y logrado, y que ha sido parte mi esfuerzo y de apoyo que tengo de mi familia para ahorrar y para tratar de tener una vida mejor sin que sea únicamente casas. La felicidad no va únicamente por el dinero, va por otras cosas”, comentó.
Cuestionado acerca de qué hará al siguiente día de concluir su periodo como directivo, contestó tajante: “Sigo siendo profesor de tiempo completo. Igual voy a estar un tiempecito para agarrar aire y luego decidir el futuro, que sería jubilación y a lo mejor seguir trabajando. El trabajo académico con los alumnos es muy gratificante, lo sé hacer y aparte tengo mi Prodef”.
Ello, se le planteó, siempre y cuando de aquí a junio, no lo invite Zermeño a un cargo. “Así es, pero si pasa prefiero concluir el periodo de dirección y después ver otras expectativas. Desde luego siempre estar a disposición de lo que la autoridad marque”.
Enseguida pidió a la gente que lo conoce “que tenga claro que yo he estado para servir a la gente, que quiera intervenir de alguna manera en este tipo de situaciones, que se abstenga de hacerlo. El trabajo e inteligencia de nuestros estudiantes para tomar las decisiones es clara”.
Los logros como director son gracias a que “tenemos un consejo técnico integrado por alumnos, maestros y directivos que ha estado apoyando a esta dirección”. En ese tenor, dijo, debe entenderse “que no es una persona la que manda aquí; es un proyecto, un consenso por hacer mejor las cosas y aquí no es el director el que se lleva las palmas, es un equipo de trabajo dirigido o abanderado por el director”.
Confió en que haya continuidad, “en términos de trabajo y logros”, en la facultad.
- ¿Podría haber alguien pensando que Zermeño lo considera para algún cargo y por eso lo ésta desacreditando?
- Puede ser, porque a fin de cuentas he estado cercano en ese sentido a lo que viene para la Universidad. Con el doctor Zermeño hemos trabajado en este proyecto desde hace unos años. No desde el inicio, pero trabajando para que pudiera haber una forma diferente en la Universidad y se ha logrado.
- ¿Votó por Zermeño?
- Así es y esperamos que el proyecto vaya cristalizando. Y si puedo apoyar vamos a estar en lo que él determine.
- ¿Su amistad con Zermeño es más allá de lo institucional?
- Es un trabajo que hemos desarrollado en el Consejo Directivo Universitario y ha habido una cercanía personal, pero amigos de toda la vida no. Pero considero que es una persona profesional y en términos humanos sabe lo que quiere, lo que hace y busca el bien de la mayoría. Esa ha sido la coincidencia personal con él.
Para finalizar califico que el momento actual en la Universidad, tras de la renovación de rector, “es un periodo histórico para la Universidad” y confió que “Zermeño sea el abanderado de un proyecto más amplio, para trabajadores, docentes y alumnos. Sobre todo, de una apertura, para que haya una participación mayor en todos los ámbitos de la Universidad, de personas que antes no lo estaban”.