Angélica Campillo
Tras la desestimación del gobernador Ricardo Gallardo Cardona a la manifestación en la Fiscalía General del Estado (FGE) de los familiares de Chuyita, la diputada Gabriela Martínez Lárraga aseveró que las y los funcionarios tienen que ser empáticos con los reclamos ciudadanos, ya que al final su función es escuchar a la gente.
Martínez Lárraga no cree que alguien que esté pasando por una pena por la perdida de un hijo, en este caso el papá de Chuyita, organice manifestaciones por “grilla” política, y si lo hacen es porque están desesperados porque a lo mejor no tienen respuestas.
“Necesitamos, como funcionarios públicos, dejar de lado la arrogancia, tenemos que ser humildes en el buen sentido, saber entender y ponernos en el zapato del otro (…) Y a partir de ahí decir qué puedo hacer con esta gente”, refirió la diputada.
La legisladora mencionó que siempre estará a favor de las protestas, mientras sean con respeto, y en ese sentido refirió que ojalá el aparato gubernamental trabajara al 100 por ciento, pero no es así, ya que en muchas ocasiones los manifestantes son quienes presionan para que las autoridades hagan su trabajo.
De acuerdo con Martínez Lárraga, las víctimas deberían obtener justicia aunque no tuvieran que manifestarse, pero en muchas ocasiones hasta que no hay protestas, las autoridades se ponen a trabajar.
La diputada dijo que estará al pendiente de que el caso del feminicidio de Chuyita se lleve a cabalidad y se haga justicia, y en ese contexto invitó a sus familiares a acercarse a las y los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos, la cual preside, para algún apoyo o acompañamiento que requieran.
