María Ruiz
Oliver Sánchez de la Vega, licenciado en educación especial, señaló que es importante introducir el lenguaje de señas en la educación pública y en todos los espacios de desarrollo, para crear más escenarios inclusivos para las personas sordas.
Indicó que a diferencia de hace más de 20 años, actualmente existen personas que están más interesadas en aprender este tipo de lenguaje, aunque no sobrelleven una discapacidad auditiva.
“La comunidad de sordos ha exigido que dentro de las escuelas se regularice la inclusión de la enseñanza de lenguaje de señas, y aún tenemos en ese ámbito un atraso significativo en cuanto a metodologías de trabajo, pues cuando llega un chico sordo a un grupo de 40 oyentes, el docente no tiene nociones de cómo comunicarse con él”.
Sánchez de la Vega señaló que la metodología de enseñanza tiene que transformarse, pues los docentes no tienen forma de instruir a las personas sordas y eso implica una forma de discriminación.
Sin embargo, reconoció que desde la sociedad civil organizada se ha tenido más difusión sobre este tema, en el que personas se han convertido en instructores de lenguaje de señas y lo han podido dirigir al área educativa.
“Es un tema muy complejo porque no hay interés, y esta falta de acceso a las personas sordas al final afecta todas sus áreas de vida, incluso el subsistir, porque ni siquiera hay empresas hoy día que hayan emprendido el integrar a personas con sordera en espacios laborales”.
Por último, Sánchez de la Vega señaló que la enseñanza del lenguaje de señas es una oportunidad para romper las barreras de la discriminación y entender que todas las personas son sujetas de derechos, pues la falta de acceso a la comunicación limita a las personas sordas a desarrollarse intelectualmente.